La Peza
por Marta Palomo Hermoso
La Peza conserva en su término municipal los restos de una gran fortaleza construida entre los siglos IX y X y que ha servido para vigilar el entorno de cada una de las civilizaciones que se han asentado aquí.
De hecho hay restos arqueológicos de multitud de culturas, aunque el origen de la población se encuentra en la época romana, era un lugar de paso y descanso para los viajeros y los soldados.
Su casco urbano es un testigo fiel del paso del tiempo, calles enmarañadas, irregulares, al más puro estilo árabe, época que marcó el destino de esta población de la sierra granadina.
Destacan de entre sus monumentos las Ermitas de Santa Lucía, San Francisco, San Marcos y San Sebastián; todas del siglo XVI. Así como la Iglesia Parroquial de la Anunciación, de estilo mudéjar y construida sobre una antigua mezquita.
A la riqueza cultural que se encontrará el visitante en su paseo por La Peza sumamos el gran valor natural y su enclave geográfico.
Se enmarca en el Parque Natural de la Sierra de Huétor y por sus alrededores se pueden realizar rutas de senderismo en un enclave ideal para los amantes del turismo rural.
Los que deseen un recuerdo de su artesanía característica pueden adquirir productos de carpintería metálica en los talleres de la localidad.
En relación a su gastronomía hay que destacar varios platos que no faltan en el menú de sus habitantes. Son las migas rancheras, el choto al ajillo, la torta de carda y de postre los roscos de vino, los nochebuenos o los roscos de manteca.
En su calendario festivo son importantes las fiestas patronales, celebradas en octubre con encierros a las afueras del pueblo, el día de Santa Lucía, con una comida campestre y familiar y, sobre todo, el día de San Antón; cuando se realizan hogueras para disfrutar de asados y vinos.
Hay unos 60 kilómetros entre la capital y La Peza, municipio al que llegaremos tomando la A-44 dirección Almería y después la A-92 hasta la salida 284 que lleva directamente hasta el destino.