La Alcazaba era una gran fortificación islámica que dominaba la ciudad, y nos recuerda los tiempos en que Almería era el mayor puerto del califato de Córdoba. Creció amparada en el gran trafico de mercancías y de la industria textil con productos de seda manufacturados en las Alpujarras.
En 1489 la ciudad fue tomada por los Reyes Católicos y la población musulmana expulsada poco después. En 1522, Almería fue devastada por un terremoto y la reconstrucción de la ciudad no se realizó hasta ya llegado el siglo XIX.