Deifontes
por Shenai Martínez Fernández
Si hay algo peculiar en Deifontes es la afición que existe entre sus habitantes por el ajedrez.
Esta población guarda entre sus edificios el Palacio de los Marqueses de Casablanca, una construcción de finales del siglo XIX actualmente sede de la casa consistorial. Para disfrutar de unas bonitas vistas panorámicas del entorno basta con visitar la Torre-Atalaya, de origen árabe.
Los monumentos de carácter religioso más destacados son la iglesia del Cristo de la Vera Cruz, del siglo XVII y estilo neomudéjar, y la ermita de San Isidro. Muestra del paso romano por Deifontes son los yacimientos de la Venta del Nacimiento y de las Erillas.
La artesanía es una actividad relevante en el municipio, en el que se trabaja el esparto y la fundición de aluminio, así como la taxidermia, el ganchillo y los bordados.
Deifontes cuenta con una gastronomía muy variada en la que destaca la elaboración del aceite de oliva con denominación de origen Montes de Granada.
Otros productos típicos de la localidad son las aceitunas caseras, la asadura de matanza, la cazuela de vigilia, el choto al ajillo, la ensalada de naranja, la pipirrana, los roscos de huevo, la sopa de lluvia y las gachas con pimientos.
Los festejos de Deifontes se reparten a lo largo del año. El 2 de febrero se celebran las fiestas de la Candelaria con fogatas en las calles y plazas y, más adelante, el 15 de mayo, se realiza una romería en honor a San Isidro.
La celebración más curiosa tiene lugar a mediados de agosto, con motivo de las fiestas del Cristo de la Vera Cruz y la Virgen del Milagro, cuando se organizan competiciones de motocross.
Deifontes está situado a unos 26 kilómetros de Granada desde donde se llega por la carretera A-44 en dirección a Motril y tomando la salida 108 que nos hará entrar en nuestro destino.
