Padul
por Paz Rosado
El municipio granadino de Padul es un destino maravilloso para los amantes de la naturaleza y de los deportes al aire libre. Situado en la ladera de la Sierra del Manar, la estribación más occidental de Sierra Nevada, ofrece al visitante un entorno ideal para realizar excursiones inolvidables y practicar deportes como el senderismo, la hípica, la bicicleta de montaña, el parapente o el ala delta, entre otros. Además, Padul cuenta con la ventaja de encontrarse muy cerca de la capital, la monumental ciudad de Granada.
En los diferentes recorridos que se pueden llevar a cabo por la Sierra del Manar, y los alrededores de Padul, el viajero irá encontrando numerosos miradores sobre Sierra Nevada y el Valle de Lecrín, como el llamado Cruz de la Atalaya. Otros enclaves interesantes en el recorrido son el Barranco de las Rajas, la llamada Silleta de Padul, el famoso pino de cinco troncos, el Puerto de las Carabelas y el paraje conocido como La Laguna, un importante humedal con una peculiar turbera en la que se han encontrado restos de animales prehistóricos.
Para la práctica del ala delta o el parapente, uno de los lugares indicados es el conocido como Prefabricados La Romera, al que se accede desde la N-323. En la zona de las llamadas Turberas de Padul hay pistas de aterrizaje señalizadas.
Desde el punto de vista arquitectónico, en Padul destacan varios edificios históricos, entre los que se encuentra la Iglesia Parroquial de Santa María la Mayor. El templo fue levantado en el siglo XVI y presenta una portada de estilo mudéjar. En su interior nos encontraremos con un bello retablo barroco de la segunda mitad del siglo XVIII y otro igualmente bello de estilo renacentista.
También merece una visita pausada el Castillo de los Condes de Padul, una casa señorial del siglo XVII que recuerda, en su estilo, al Palacio de Carlos V de la famosa Alhambra.
Otras construcciones interesantes son la Fuente de los Cinco Caños, de mediados del siglo XVI, así como el popular Calvario con sus grandes cruces de piedra fechadas en el siglo XVIII.
Los paduleños también se sienten muy orgullosos de su antigua estación del tranvía y su pequeña placa que conmemora la primera vez que este ferrocarril urbano llegó al pueblo: el 10 de febrero de 1923.
En esta localidad que los romanos llamaron Paludem y los árabes Al-Badul, los amantes de la artesanía encontrarán trabajos elaborados con vidrio.
El viajero que quiera degustar los manjares más típicos de la gastronomíapaduleña tendrá que probar el choto al ajillo, las chuletas adobadas, los embutidos y los diferentes tipos de tortillas, entre las que se encuentran las de collejas, las de cebolla o las tradicionales de patatas o de jamón.
Los aficionados a las fiestas populares pueden elegir entre el Carnaval, en febrero; las Fiestas Patronales de San Sebastián, en enero, con la tradicional procesión a la lumbre de las hogueras; la Real Feria del Ganado, en septiembre; y la Semana Santa con su procesión de 14 pasos en la noche del Viernes Santo y los pasos vivientes que representan algunas de las escenas más destacadas de la Pasión de Cristo.
El municipio de Padul se encuentra a unos 19 kilómetros de la ciudad deGranada, desde la que podemos llegar a través de la carretera A-44 en dirección a Armilla-Motril. Tomaremos la salida 139 y en los alrededores del municipio deOtura giraremos a la izquierda para tomar la Avenida de los Almendros, que nos conducirá directamente a nuestro destino.