Nigüelas
por Marta Palomo Hermoso
Este municipio alpujarreño conserva varios molinos históricos. Uno de ellos, de aceite, es una de las almazaras más antiguas del país. Es el de las Laerillas. Ya convertido en un Museo de Agricultura Tradicional, aún se puede disfrutar durante su visita de todos los utensilios y enseres que se utilizaban para la extracción del aceite.
El origen de su población lo encontramos en la época musulmana, fecha en la que se conoció que Nigüelas era una alquería.
Además de los molinos de agua y aceite podemos disfrutar de un jardín romántico, ubicado junto al Ayuntamiento. Así como los jardines de los Müller, de estilo morisco, con fuentes y jarrones.
Nigüelas es una villa que esconde encantos en cada uno de sus rincones. Sólo su ubicación es un privilegio pues es el municipio más elevado de todo el valle de Lecrín. El conocido como “Pico del Caballo” impresiona por su majestuosidad; en invierno está nevado y en verano o en los días despejados se puede divisar el mar desde él.
De su casco urbano destaca la Iglesia Parroquial de San Juan Bautista que data del siglo XVI.
Como actividades para realizar es muy interesante la ruta por todos los antiguos molinos; algunos de ellos como la Alquería Los Lentos, son hoy hoteles rurales. Desde ellos podemos realizar rutas a caballo por los alrededores de Nigüelas.
Los productos realizados en cerámica son la artesanía típica de esta villa.
En relación a su gastronomía, son las migas, el jamón y los dulces de herencia morisca sus platos destacados.
Sus fiestas patronales se celebran con una romería en abril, en honor a San Marcos.
Hay unos 30 kilómetros entre este municipio y la capital de Granada; para llegar tomaremos la A-44 en dirección Motril y una vez pasado Dúrcal desviarnos hasta nuestro destino.