Juviles
por Marta Palomo Hermoso
Situada entre castaños y en la zona más alta de la Alpujarra granadina, Juviles es un municipio que desprende aromas del pasado y aires de tranquilidad para sus visitantes.
Los yacimientos arqueológicos más importantes que se conservan en esta villa son los restos de un antiguo castillo, conocido como “El Fuerte”. Antes fue una fortaleza mozárabe construida en torno al siglo VIII. Dentro aún podemos ver las fábricas de unos antiguos aljibes y por fuera, disfrutar de las vistas panorámicas de la naturaleza en estado puro. Son vistas de la que antes fuera la “Taha de Juviles”.
El centro urbano de esta villa es típicamente alpujarreño, con calles estrechas, empinadas y con viviendas de paredes encaladas y tejados de pizarra, planos.
De sus monumentos destaca la Iglesia Parroquial de San Sebastián, del siglo XVI y los restos de cinco molinos situados en el barranco de la Cimbúa.
Los que visiten Juviles no pueden pasar por alto la conocida como “Pisada del Gigante”, a las afueras del municipio. Se trata de una gran pared de roca caliza en la que la naturaleza ha formado un dibujo que se asemeja a una gran huella, rodeado todo ello, de plantas aromáticas.
Podemos disfrutar además de varias rutas de senderismo que harán las delicias de los amantes de la naturaleza: hacia Trévelez, El Prado Alto, El Fuerte y El Barrio Bajo.
Con respecto a su artesanía local, encontraremos trabajos realizados en cerámica y tallados de madera artísticos.
De su gastronomía hay que destacar la importante industria de jamones, ya consolidada y pilar importante en su economía. En su plato estrella, éste es protagonista, son las setas con jamón.
En su calendario de celebraciones es curiosa la fiesta de moros y cristianos, así como el día de la Virgen del Rosario y de San Sebastián.
Hay unos 96 kilómetros entre la capital y esta villa. Llegaremos por la A-44, desviándonos por la A-346 y finalmente por la comarcal GR-421.