Taberno
por Marta Palomo Hermoso
Lo más característico de esta localidad es una tradición que se conserva desde el siglo XII, es el denominado Baile de las Ánimas y se celebra en diciembre.
Taberno es un pueblo pequeño que se sitúa sobre el monte de El Madroño, en la sierra almeriense. Una localidad que atrae al visitante por la mezcla de tradición y tranquilidad que encontraremos en sus calles, ya que en esta villa el tiempo parece haberse detenido, pues sus casas siguen teniendo las características de antaño.
No existen demasiados restos arqueológicos que den fe del origen de su población aunque pasear por el casco urbano de Taberno, constituye un viaje hacia el pasado.
Sus viviendas están decoradas con balaustradas metálicas, con techos bajos y algunas de ellas tienen aspecto señorial.
El monumento más destacado de su casco urbano es la Iglesia Parroquial que está además rodeada de plazas, entre ellas, llaman la atención las escaleras que conducen hasta la calle Mario Palma, decorada a su vez con varias esculturas de estilo moderno.
Una vez conocido el centro de la villa es momento de disfrutar de la naturaleza que rodea a Taberno y se puede hacer realizando varias rutas de senderismo. O también pasear hasta el Mirador de las Morras, desde donde se puede divisar la cuenca baja de la comarca de Almanzora.
Los productos realizados en esparto constituyen la base de su artesanía local más característica que se suma a la lana, comercializada sobre todo en las ferias de pueblos aledaños.
En relación a su gastronomía, los que visiten Taberno no pueden marcharse sin probar platos como la torta de chicharrones o las migas de harina. En su repostería son famosos los roscos de aguardiente.
Además de su fiesta más popular, el Baile de las Ánimas, hay otras fechas importantes para celebrar. Las patronales son en marzo, en honor a San José y en diciembre en honor a Santa Lucía.
126 kilómetros separan este municipio de la capital de Almería y para llegar hay que tomar la N-344 y la A-7. Finalmente por la ALP-751 encontraremos nuestro destino.