Montillana
por Marta Palomo Hermoso
Este municipio granadino cuenta en su término municipal con grandes atractivos para sus visitantes y de los que disfrutan sus habitantes.
Enclavado cerca de la Sierra de Alta Coloma y de Noalejo, limita con la provincia de Jaén. Por ello, sus paisajes son uno de sus mayores encantos.
Su casco urbano conserva aún la fisonomía de sus pobladores, en la época musulmana, aunque el paso del tiempo ha conseguido combinar algunos elementos de la arquitectura moderna y la que antaño se respiraba en esta localidad.
Parece que esta villa estuvo poblada desde la Prehistoria, aunque como huella del pasado, lo que encontramos en el pueblo son los restos de una necrópolis romana. Es el paraje de los Roaero.
El monumento más destacado que se puede visitar en Montillana es la Iglesia Parroquial de Santa Ana. Data del siglo XVIII y se construyó sobre las ruinas de otra anterior; dentro conserva una imagen de la Inmaculada muy parecida a una obra del escultor Alonso Cano.
Al tratarse de un municipio serrano, el contacto con la naturaleza es uno de sus principales atractivos turísticos. Se pueden realizar rutas de senderismo y excursiones por la sierra.
En su gastronomía hay varios platos característicos y que sus visitantes no deben dejar de probar, como son las gachas de maíz, el lomo adobado y, por supuesto, la repostería artesana.
El aceite constituye además un sustento básico en sus menús ya que se produce en el propio pueblo.
Las fiestas más importantes de Montillana se celebran en agosto y en octubre se conmemora la festividad de la patrona, la Virgen del Rosario, con una procesión de la imagen por las calles del pueblo.
Hay unos 54 kilómetros entre la capital de Granada y esta localidad. Para llegar tomaremos la A-44 en dirección Jaén y después la A-403 y la comarcal GR-NO-27 que desemboca directamente en el destino
