Villanueva del Ariscal
por Paz Rosado
Las tierras del municipio sevillano de Villanueva del Ariscal, llamado en otros tiempos Villanueva Aliscar, estuvieron habitadas desde tiempos muy antiguos, pero los restos arqueológicos más importantes son de tiempos de los romanos. En la época de la dominación árabe, el pueblo fue una alquería agrícola y tras la reconquista cristiana, pasaría a manos de la Orden Militar de Santiago.
En su casco urbano actual se pueden distinguir tres sectores en función de su evolución histórica. La parte más antigua, que surge entre los siglos XIII y XVI, es la que se encuentra entorno a la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de las Nieves, en la Plaza de España, un templo del siglo XVIII que se levantó sobre otro del XVI y que cuenta en su retablos y capillas con bellas y antiguas imágenes y lienzos. El sector que aparece entre los siglos XVI y XIX, que se desarrolla en dos direcciones, hacia el sureste, en dirección a la Ermita de San Miguel, un sendillo edificio con bella portada del siglo XVIII; y hacia el oeste, donde se asientan pequeños propietarios y braceros. En la zona sureste se establece la clase burguesa. Y, por último, la zona entorno a la carretera de Olivares, que empieza a desarrollarse a principios del siglo XX. Además, en el espacio cercano al límite de Villanueva del Ariscal con Espartinas también han surgido recientemente nuevas barriadas destinadas a segunda residencia.
Además de las dos construcciones de carácter religioso ya citadas, en Villanueva del Ariscal también destaca el edificio de la famosa Bodega de Góngora, que se encuentra en la calle del Santísimo de la Veracruz, ocupando la vieja Hacienda de Pata del Hierro. Esta bodega cuenta con más de tres siglos de historia y sigue empleando el mismo sistema de prensado que antaño para elaborar sus vinos, la viga, elemento que ha sido declarado Bien de Interés Cultural.
El viajero que busque trabajos de artesanía característicos de los ariscaleños, encontrará los propios de la ebanistería, con muebles cuyo diseño se inspira tanto en el estilo inglés como en el francés y el español. También le interesa saber que en Villanueva del Ariscal se celebra cada año una Muestra Artesanal, Gastronómica y Vinícola.
Como es lógico, uno de los protagonistas principales de la gastronomía tradicional de Villanueva del Ariscal es el vino, tanto fino como oloroso. No en vano, forma parte de la Ruta del Mosto por tierras sevillanas. También son muy buenas sus chacinas.
Aquellos que quieran vivir las fiestas del municipio, deben acudir a él para la Fiesta y Ferias de la Vendimia, que está declarada de Interés Turístico Nacional, para la Romería al Ermita Monasterio de Loreto, para las Fiestas de Santiago y Santa Ana y para el Carnaval.
Villanueva del Ariscal se encuentra a unos 15 kilómetros de la ciudad de Sevilla, desde la que se puede llegar tomando la salida 4/3 de la A-49, para enlazar con A-472, en dirección a Gines. Una vez que atravesamos Gines y Espartinas, llegamos a nuestro destino.