Albaida del Aljarafe
por Shenai Martínez Fernández y Clemente Franco Fraile
La historia de Albaida del Aljarafe comienza con la civilización turdetana que decide bautizarla con el nombre de Maenuba. Varios siglos después, en la época del Imperio Romana, en el año 139 a C. recibe el nombre de LAELIA, en homenaje a Cayo Laelius Sapiens (lugarteniente de Publio Cornelio Escipión), fue nombrada ciudad estipendiaria de Roma, se convierte en un importante centro y llega incluso a acuñar hasta ocho series de monedas a su nombre, finalizando la emisión de monedas con el emperador Augusto a principio del siglo I d de C. Durante este oeriodo, Laelia, era uno de los principales puntos de paso de la calzada romana que unía la costa Onubense con Itálica.
Durante el periodo andalusí, Pasa a denominarse Solluqar Albaida, siendo conquistada en 1246 por Pelay Correa para la corona de Castilla, tras la conquista castellana, a lo largo del siglo XIII, cambió varias veces de dueño mediante privilegios Reales (hasta tres) firmados por el rey Alfonso X, hasta que, en 1277, pasa a formar parte de las propiedades del Deán y Cabildo Catedralicio de Sevilla, permaneciendo en poder de la Iglesia durante más de 300 años. Será en 1302, cuando se dicte la Carta Puebla, mediante la cual, se establecen las normas para los nuevos pobladores de Albaida
En el último tercio del siglo XVII, 15 de julio de 1580 el rey Felipe II, expide en Badajoz la escritura de Venta real de la Villa de Albaida a D. Enrique de Guzmán (2º duque de Olivares), pasando a formar parte de las tierras que formaban el señorío de Olivares. A pesar de su larga historia, se trata de uno de los pueblos menos poblados de toda la provincia de Sevilla.
La economía de este municipio se fundamenta principalmente en la agricultura, teniendo una especial relevancia la industria del olivar. Pero, además de sus 703 hectáreas de olivos de verdeo, son también importantes otros tipos de cultivo, como el de cereales y de oleaginosas, así como la ganadería.
Entre los monumentos de Albaida del Aljarafe destaca la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, que fue derribada en 1755 por el terremoto de Lisboa, No fue hasta el 4 de febrero de 1759 cuando tuvo lugar la inauguración y bendición del actual templo neoclásico. que guarda en su interior imágenes, lienzos y objetos litúrgicos de alto valor artístico de los siglos XVII, XVIII y XIX. También es digna de mención la Torre Mocha, de origen almohade, que posteriormente fue reconstruida por don Fadrique, de quien existe una lápida rematando la torre.
La artesanía de Albaida del Aljarafe se centra, casi en exclusiva, en el trabajo de la madera por parte de carpinteros de la localidad, , hasta no hace mucho, han estado activo varios hornos de fabricación de ladrillos procedentes de la época Andalusí, estos se encontraban en el paraje de la barranca, donde se haya, una fuente (la Fuente Salobre) de origen romano.
En la gastronomía de este pueblo el plato estrella es el cocido en “colorao”, pero también son dignos de mención el gazpacho, los garbanzos con bacalao en amarillo y el potaje de chícharos. Quienes tengan su preferencia en la repostería podrán disfrutar de rosquitos, bizcochos y piñonates.
Las fiestas de Albaida del Aljarafe se reparten a lo largo del año, teniendo especial importancia las dedicadas a la Virgen de los Dolores en su Soledad, que se celebran en torno al 8 de septiembre y las dedicadas a la Virgen de la Piedad, que se celebran el fin de semana más próximo al 14 de septiembre. Además, también se festeja el día de San Sebastián, el de Corpus Christi y, el 6 de septiembre, una romería al santuario de Loreto, muy popular entre sus habitantes.
Albaida del Aljarafe se encuentra a 17 kilómetros de la ciudad de Sevilla, desde donde podemos llegar por la carretera A-8077 tomando la salida en Camas, en dirección a Olivares. Una vez hayamos atravesado Loreto, continuaremos por las carreteras A-8076 y A-8075 hasta pasar Olivares; para continuar por la carretera SE-522 que nos llevará a Albaida del Aljarafe.