El Rubio
por Marta Palomo Hermoso
Esta localidad se encuentra en una situación privilegiada, justo entre Estepa y Écija. Por eso en la época romana pasaba por el pueblo una calzada que unía dos importantes poblaciones y servía para regular el tráfico.
Precisamente de esta época se han encontrado multitud de yacimientos arqueológicos. Son restos incluso de villas romanas, de sepulcros y de alineaciones de cimientos donde antaño se alzaban casas.
El monumento más destacado que podemos visitar en esta villa es la Iglesia de Nuestra Señora del Rosario, del siglo XVIII. En su interior los visitantes pueden admirar lienzos de gran valor, de los siglos XVII y XVIII.
Aunque el elemento que caracteriza El Rubio es el agua, el río Blanco atraviesa la localidad de norte a sur, regalando a su paso rica vegetación, como eucaliptos.
De hecho se ha convertido en una zona de recreo. Cerca, encontramos la antigua fuente de agua potable “La Fuente de la Teja” y una pequeña presa.
Volviendo a esta zona de ocio, denominada “El Cruce”, podremos disfrutar de merenderos, lugares para acampar así como instalaciones donde realizar deportes como pistas de tenis y otras actividades en contacto con la naturaleza.
Y si visitamos El Rubio en verano, compartiremos con sus habitantes el disfrute de una piscina-lago de grandes dimensiones, con amplias zonas de césped.
De su gastronomía hay varios platos destacados que no podemos pasar sin probar, como el potaje y el salmorejo; además de sus postres, dulces como ochios y magdalenas caseras.
Hay dos fechas importantes en el calendario de festividades de esta villa, son la feria de Nuestra Señora del Rosario y la romería de esta patrona de El Rubio.
Unos 100 kilómetros separan esta localidad de la capital de Sevilla. Llegaremos a ella por la A-92 en dirección Osuna y una vez pasemos este municipio por la comarcal SE-726 encontraremos nuestro destino.