Compositor: 1876-1946
Insigne compositor gaditano de renombre internacional y de intensa vida intelectual, nació en Cádiz capital el 23 de noviembre de 1876. Soñó con ser escritor, pero él mismo cuenta que, cuando tenía 17 años y se encontraba asistiendo a un concierto, sintió que su vocación definitiva era la música. A ella había estado ligado desde niño, con las clases que le daba su madre y otros profesores de su ciudad natal. Después vendrían las de composición, de la mano del prestigioso musicólogo y profesor Felipe Pedrell; y las de piano, con José Tragó, en Madrid.
A Pedrell parece deberse la influencia que tuvo en Manuel de Falla la música popular y el folclore. Éste defendía que las bases de la música de un país debían provenir de su propio folclore. Pero no sólo el prestigioso musicólogo influyó en el estilo de Falla. También lo hacen sus amigos Debussy, Albéniz, Ravel o Stravinski; autores como Chopin, Mahler, Wagner o Beethoven, entre otros; así como el París antirromántico de principios de siglo, el romanticismo germánico o la música medieval.
Su vida trascurrió entre su ciudad natal, Madrid, París, Granada y Argentina. En Madrid trabaja el piano con José Tragó y trata de abrirse camino cuando la única salida entonces para un músico en Madrid era la Zarzuela. Allí estrena Los amores de Inés, una obra del llamado género chico. Y allí también ganaría el primer premio de los dos concursos a los que se presenta. El primero, como pianista; el segundo, convocado por la Real Academia de Bellas Artes de Madrid, como compositor de la ópera La vida es breve, una de sus obras más conocidas.
En París, donde Falla estuvo desde 1907 y hasta la guerra del 14, trabajó con el apoyo de Paul Dukas, Claude Debussy, Maurice Ravel e Isaac Albéniz, entre otros. De vuelta en España, da a conocer obras como Siete canciones, Melodías sobre Gautier y Noches en los jardines de España. Después compondría otra de sus obras más conocidas: El amor brujo, que obtiene verdadero éxito en su versión de ballet.
Huyendo del ruido y los combates de la capital, Falla se traslada a Granada. La ciudad en la que discurre su obra La vida breve cuando todavía el artista no la conocía. Entonces, vivir en Granada era sólo una ilusión.
En 1939, abandona Granada y se va a vivir a la República Argentina. Allí, el 14 de noviembre de 1946, cuando fueron a servirle el desayuno en su dormitorio de su residencia Los Espinillos de Alta Gracía, en la Córdoba Argentina, se lo encontraron sin vida. El mismo mes en que nació, pero nueve días antes y setenta años después, moría sin haber acabado su obra La Atlántida. La concluiría su discípulo Ernesto Halffter.
Entre sus obras más destacadas, también se encuentran El sombrero de tres picos, contando con la colaboración del universal Pablo Picasso, El retablo de maese Pedro, y Fantasía Bética. Todo un legado de quien buscó lograr una música de alcance universal, que fue discutido en su momento y que ahora es reconocido.