Aunque cada día está más de moda el "hágalo usted mismo", servicios como los de fontanería son uno de los más demandados por los consumidores de la sociedad actual. Porque si bien es cierto que, con un poco de maña y gusto por el bricolaje, nosotros mismos podemos hacer muchos pequeños arreglos y reparaciones; hay cosas que es mejor dejarlas en manos de un verdadero profesional. En muchos casos, decidirnos por la contratación de un buen fontanero nos podrá ahorrar no sólo tiempo y dinero, también más de un buen susto innecesario.
Cuando nos decantemos por esta última opción, es conveniente tomar una serie de precauciones como pedir presupuesto previo por escrito, informarnos de si ese presupuesto nos costará algo en caso de que no lo aceptemos, conocer cuánto tiempo necesitará para realizar el trabajo y exigir, una vez concluido el trabajo y antes de pagar, una factura con su correspondiente IVA. Esto nos permitirá reclamar y hacer uso de la garantía del trabajo, si fuera necesario. Algunos fontaneros cuentan con un servicio de 24 horas para poder atender situaciones de urgencia que tengan lugar fuera del horario comercial habitual.