La gama de electrodomésticos que existe en el mercado es cada día más amplia y variada. Desde los más elementales y grandes como la nevera o la lavadora hasta los más diminutos y sofisticados como abrelatas, exprimidores y otros cacharros que nos hacen la vida más cómoda, segura y agradable. Pero aunque todos parecen iguales, no lo son; y no sólo por el precio, muy ligado a las mayores o menores prestaciones que ofrecen los distintos modelos, también por otros aspectos como el tiempo de garantía o el servicio pos venta que ofrece cada marca.
En cualquier caso, lo fundamental para hacer una buena elección es saber qué uso le vamos a dar al electrodoméstico en cuestión. No es lo mismo comprar una lavadora que sólo va a utilizar una persona y que, por tanto, probablemente ponga una vez a la semana; que comprarla para una casa en la que viven cuatro o más personas y que, por tanto, va a tener un uso mucho más frecuente. Lo mismo puede decirse si hablamos de una nevera, lavavajillas o secadora de mayor o menor capacidad. También es interesante conocer el grado de eficacia y el mayor o menor consumo de energía que ofrece cada marca y modelo. Si tenemos en cuenta este último aspecto y queremos, por ejemplo, usar energía eléctrica para cocinar, resultará más ventajoso decidirse por una buena vitrocerámica que no sólo nos ahorrará consumo de luz, también nos ahorrará tiempo a la hora de mantenerla limpia.