La dieta mediterránea es una dieta saludable, especialmente beneficiosa para combatir y prevenir las enfermedades cardiovasculares. Esta dieta cuenta con el aceite de oliva como uno de los elementos principales.
Para cumplir con una dieta saludable nuestro organismo debe percibir todos los nutrientes en su justa medida. Entre estos nutrientes se encuentran las grasas, que son beneficiosas siempre y cuando sean monoinsaturadas. Estas grasas aportan energía y ayudan a la asimilación de ciertas vitaminas y minerales.
Las grasas saturadas y las poliinsaturadas, por el contrario, aumentan el riesgo de infarto, de disminución de la presión arterial y de dilatación de los vasos sanguíneos. Estas grasas proceden de los animales y de otras semillas de plantas.
La alimentación de las diversas regiones mediterráneas suele estar compuesta por verduras, legumbres, frutas, hortalizas pescado, aceite de oliva virgen y vino, productos que componen la dieta mediterránea. En otros lugares las dietas suelen estar protagonizadas por grasas y proteínas de origen animal, lo que hace que sus habitantes presenten cifras de colesterol más altas.
The delicious Unesco approved Mediterranean diet.
A la hora de afrontar la dieta mediterránea debemos tener en cuenta cuál es su pirámide alimenticia:
- La base de la pirámide la componen los alimentos de origen vegetal, como los frutos secos, las frutas, las verduras, el pan, los cereales, las legumbres y las patatas. Estos productos se deben consumir en abundancia.
- A diario se debe ingerir una cantidad moderada de queso y yogur.
- Semanalmente, y de forma moderada, se debe consumir pescado, aves y huevos.
- La fruta fresca debe ser un postre diario y los dulces se deben tomar pocas veces a la semana.
- Varias veces al mes se puede consumir carne roja.
- El vino se debe ingerir con moderación, generalmente en las comidas.
Para que esta dieta sea realmente efectiva los productos deben ser frescos, el aceite de oliva debe ser la grasa principal y se debe acompañar de ejercicio físico realizado de forma regular.
Pero, ¿cómo podemos utilizar el aceite de oliva? Debe ser un ingrediente habitual en nuestra cocina diaria. En crudo es ideal para ensaladas, salsas, aderezos de verduras, con pan, ahumados, carnes o bocadillos. Eso sí, si va a preparar una ensalada debe saber cuál es el orden del aliño: primero la sal, después el vinagre y, por último, el aceite. Se debe hacer así porque el aceite crea una película alrededor de los alimentos y si lo echamos en primer lugar los demás elementos del aliño no penetrarán en los alimentos.
En los guisos y rehogados el aceite de oliva conserva todas sus propiedades y para preparar fritos y asados es la mejor grasa posible, ya que no produce reacciones tóxicas y mejora las cualidades de los alimentos.