Uleila del Campo
Marta Palomo Hermoso
Uleila del Campo es un municipio de contrastes, por un lado, su ubicación, entre la inmensidad del desierto de Tabernas y la sierra de Filabres; y por otro, en sus calles, estrechas y empinadas, donde encontraremos un majestuoso edificio: la Iglesia de Santa María.
El origen de su actual población se remonta a la dominación bereber, como la mayoría de los municipios de la sierra almeriense.
Pero el monumento más destacado de la localidad es la Iglesia de Santa María, es de estilo neorrománico y llama la atención por su enormidad. Un majestuoso edificio religioso que se puede ver desde las afueras del pueblo.
Además esconde muchos rincones llenos de encanto que han permanecido inalterables a pesar de los años. Es el caso de la plaza de los Álamos, lugar de reunión para la mayoría de los habitantes de Uleila del Campo, su popularidad es tan grande que hay días que parece festejarse algo, por concentrar en ella a cientos de personas.
Al situarse en un pico elevado, entre dos paisajes totalmente diferentes, esta villa constituye en sí misma un mirador natural hacia sus poblaciones vecinas y su entorno natural. En él, encontraremos zonas que han servido de escenario para el rodaje de películas y, por otro lado, lugares donde practicar la caza menor.
Su artesanía local característica ha sido siempre la dedicada a la realización de productos de esparto y en relación de a su gastronomía, el visitante no debe marcharse sin probar su queso, elaborado artesanalmente. Otros platos típicos son el caldo “colorao” y los gurullos.
Si podemos elegir la fecha de nuestra visita a este municipio, es recomendable hacerlo en sus fiestas patronales. Son en septiembre y se viven unos días de fiestas que culminan con una romería hacia el santuario de Monteagud.
Hay unos 56 kilómetros entre esta localidad y la capital de Almería. Para llegar tomaremos la A-7 dirección Granada, después la A-92 hacia Tabernas y finalmente la N-340a.