Alhama de Almería
por Paz Rosado
En este municipio almeriense nació el que fuera presidente de la Primera República, Nicolás Salmerón, por eso también se le ha llamado Alhama de Salmerón, además de Alhama la Seca. Pero si por algo se conoce este municipio es por su Balneario de San Nicolás, cuyas aguas termales, que permanecen a una temperatura constante de 45º, son muy apreciadas desde la antigüedad. No en vano, en sus instalaciones se siguen conservando restos de lo que fueron los Baños Árabes.
En las tierras del término municipal de Alhama de Almería se han encontrado vestigios arqueológicos de la época romana, el más destacado es el puente llamado La Puente. Un lugar desde el que se obtiene una bella panorámica de la zona. Pero son más evidentes y numerosos los restos pertenecientes a su pasado árabe. El entramado de sus calles estrechas y empinadas es un claro ejemplo, como también lo son los restos de su fortaleza nazarí en el Cerro de la Cruz y del morabito musulmán de la Cruz de Arriba.
El balneario se inauguró en 1877, coincidiendo con la edad dorada del termalismo. A él acudían entonces familias de toda la provincia de Almería y se convirtió en el punto neurálgico de la vida social de Alhama de Almería. En él, como en otros balnearios andaluces, se celebraban bailes, encuentros literarios y otras actividades de ocio y cultura.
Otro de los edificios emblemáticos de Alhama de Almería es el Café La Tertulia,que fue construido a principios del siglo XX por un grupo de “parraleros”. Era la época en la que el municipio tenía gran importancia por su producción de uvas. En él destacan sus grandes lámparas y espejos venecianos.
También son interesantes la llamada Huerta Rosalía o Casa de don Nicolás Salmerón, que se encuentra situada a la entrada el pueblo y que en parte hoy ocupa el Parque Municipal de Alhama; y la Casa de don Melchor Rodríguez, otro ejemplo de casa señorial decimonónica de finales del siglo XVIII.
De su arquitectura religiosa destacan la Parroquia de San Nicolás de Bari y la Ermita de San Antonio.
El viajero aficionado a la artesanía tradicional encontrará en Alhama trabajos de esparto.
Los que quieran saborear lo más destacado de la gastronomía típica de Alhama tendrán que probar sus embutidos derivados del cerdo, las migas de harina o pan, los pucheros de trigo, la fritada de conejo con pollo o las gachas con caldo de pescado.
Y si desean conocer y vivir sus fiestas más populares, deben acudir a Alhama a primeros de diciembre para las fiestas patronales de San Nicolás de Bari y la Inmaculada Concepción; a finales de julio para las Fiestas de Verano; para las fiestas de San Marcos y para las Cruces de Mayo.
El municipio de Alhama se encuentra a unos 25 kilómetros de la ciudad de Almería, desde la que se puede llegar tomando la A-92 y enlazando con la A-348, que nos conduce directamente a nuestro destino.