Entre las funciones que desarrolla un profesional de la Administración de Fincas, se encuentran las de gestionar, mediar, asesorar y representar al cliente en diferentes trámites inmobiliarios.
Cuando dejamos en manos de estos profesionales la gestión de nuestro patrimonio inmobiliario, nos aseguramos de que esa gestión se lleve a cabo conforme a la ley vigente en cada momento. Que nuestros inmuebles urbanos, industriales o rústicos cumplan todas y cada una de las normas legales relativas a temas tan importantes como la conservación, la seguridad y la higiene, así como el pago de los diferentes impuestos y recibos de seguros y proveedores de otros servicios y productos.
Los administradores de fincas también se pueden encargar, de forma profesional, de asesoraron en trámites como el alquiler, la compra, la venta, el traspaso y la rehabilitación de un inmueble. Y además pueden actuar como mediadores en este tipo de operaciones.
Otra de las funciones que pueden llevar a cabo estos profesionales son las de valoraciones y peritaciones inmobiliarias.
Una de las formas más seguras de contratar los servicios de un administrador de fincas es acudir a los colegios oficiales de administradores de fincas.