Espera
por Marta Palomo Hermoso
Este municipio de la sierra gaditana forma parte de la conocida Ruta de los Pueblos Blancos y es, además, uno de los que conserva más restos del paso de las civilizaciones antiguas.
Existen dos yacimientos arqueológicos destacados en Espera: las ruinas romanas de Carissa Aurelia y las ruinas de Esperilla. A unos 7 kilómetros de la localidad se encuentran los restos de Carissa Aurelia, sobre todo romanos, aunque hay huellas de civilizaciones desde el Neolítico hasta la Edad Media. Varias necrópolis, incluso una con 104 tumbas, monumentos funerarios, terrazas y una muralla; todo en uno de los caminos de acceso al municipio.
En los alrededores de la villa, a poco más de un kilómetro, se encuentra la ciudad de Esperilla. Un asentamiento iberorromano que conserva además restos del Neolítico y la Edad de los Metales. Paseando por este recuerdo de la historia vemos cómo fueron sus viviendas, sus murallas y aljibes, Pero, sobre todo, aparecieron gran cantidad de esculturas, en su mayoría leones. Aunque muchas de estas piezas se han trasladado a museos.
Coronando el pueblo, justo en la cima del monte de Fatetar, vemos el Castillo que lleva su nombre. Se trata de otro de los grandes vestigios de la historia que nos ofrece Espera. Data del siglo XIII pero sufrió varias reconstrucciones y alteraciones según las civilizaciones que lo iban ocupando, hasta el siglo XV, desde entonces quedó abandonado. Sólo existe una parte del castillo que se conserva completa, es la Ermita de Santiago. Allí se venera la imagen del Cristo de la Antigua, el Patrón de Espera.
Otro monumento de interés cultural para visitar en esta localidad es el Molino de los Diezmos, del siglo XVIII, y que aún funciona para la fabricación de aceite y el almacenaje de trigo. La Iglesia de Santa María de Gracia es también destacable, de estilo renacentista y reconstruida después del terremoto de Lisboa en 1755.
Aunque la historia sea la protagonista en este pueblo gaditano, la riqueza natural también tiene su lugar en el complejo endorreico de Espera. Una reserva de casi 400 hectáreas formada por tres lagunas: la Laguna Salada de Zorrilla, La Laguna Hondilla y la Laguna Dulce de Zorrilla. Un enclave único que se convierte en observatorio de aves y de especies en peligro de extinción como la focha cornuda y la malvasía.
Además de observatorio, Espera es el lugar idóneo para la práctica del senderismo, por rutas que nos llevarán hasta las ruinas romanas, al Castillo y a los parajes naturales que rodean el municipio.
Hay que destacar de su artesanía los botos camperos.
Con respecto a la gastronomía son el aceite del molino y los molletes, los productos que no podemos dejar pasar en la visita a Espera.
Celebra sus fiestas patronales a principios de septiembre y la imagen del patrón es bajada desde lo alto del Castillo hasta las calles del pueblo. Los espereños dan la bienvenida al Carnaval con la “chorizá”, repartiendo este embutido por la villa.
La villa de Espera está situada a unos 78 kilómetros de Cádiz capital y para llegar hasta este municipio hay que tomar la AP4 en dirección Jerez, una vez allí desviarse por la salida de la A-382 del Circuito de Velocidad de Arcos y continuar en esta dirección hasta llegar a la altura del Embalse de Arcos donde tomaremos la A-393 que lleva directamente a Espera.