Miguel Deparamo es un joven granadino que tras estudiar Derecho y trabajar durante algunos años en una entidad bancaria, decide dedicarse por entero a su verdadera pasión: la música. Haciendo oídos sordos a las críticas por dejar un trabajo “seguro”, y con el apoyo de su mujer, Greta, y de sus padres, ahora está totalmente volcado en su empresa, Deparamo Music, y en su sueño ya hecho realidad de montar su particular show musical: The Symphonic Experiment. Un espectáculo en el que el piano es el protagonista y donde el espectador disfruta de una mezcla de géneros musicales, a través de temas versionados interpretados por casi 40 músicos entre Dj, banda, cantantes y orquesta. Ya ha pisado distintos escenarios de Cataluña, y el sábado 2 de noviembre lo presenta en su tierra, en el Auditorio Manuel de Falla de Granada.
AC: Eres de Granada, pero tienes poco acento andaluz, ¿no?
Miguel Deparamo: Será porque vivo en Barcelona desde hace 15 años. Pero me siento muy “granaino”. Excepto mis padres y hermanos, el resto de mi familia: tíos, primos, abuelos… viven en Granada. Yo tengo casa allí, en el Albaicín; bajo una vez al mes como mínimo, me casé allí… El acento andaluz me va y viene dependiendo de con quien hable.
AC: Cuentas que estudiaste Derecho por la tradición jurista de tu familia. ¿De dónde te viene la pasión por la música?.
Miguel Deparamo: También de mi familia, donde existe la misma pasión. En mi casa siempre ha habido una gran cultura musical. Lo que ocurre es que nadie se ha dedicado profesionalmente a ella. Tengo vídeos en los que estoy con un año y medio, escuchando a los Dire Straits, los Beatles, los Rolling… con mi padre. Y gracias a que mi padre compró un piano antiguo muy bonito que puso en el salón, empecé a tocarlo a los 7 años.
AC: ¿Has estudiado música en el Conservatorio?
Miguel Deparamo: No. Desde los 9 a los 14-15 años estuve estudiando piano con una profesora. Dejé las clases porque tuve un accidente de tráfico brutal que casi me deja parapléjico (tengo la parte de arriba de la espalda de titanio, soy un poco como Robocop). Pero seguí tocando el piano de oído y componiendo. Ahora he vuelto a tomar clases porque lo necesito y porque me encanta. Me lo tomo como un entreno.
AC: Tras terminar la carrera de Derecho, entras a trabajar en una entidad bancaria y a los pocos años, dejas ese trabajo para dedicarte por entero a la música. ¿Cómo y por qué tomas esa decisión?
Miguel Deparamo: Porque llega un momento en que me doy cuenta de que no puedo ni quiero seguir viviendo como hasta entonces. Además de trabajar en el banco, yo hacía bolos de noche, algo que llevaba haciendo desde los 18 años. Y llegó un punto en que ya no quería seguir así, que lo que de verdad quería era crear mi propio espectáculo, mi propio show musical no sólo con música electrónica, sino también con rock, pop, hip-hop, clásica…, porque me gustan todos los géneros musicales. Entonces empiezo a idearlo, hago un boceto de lo que quiero, empiezo a trabajar a tope en ese proyecto y me come tanto tiempo, que no puedo combinarlo con tocar de noche y seguir en el banco. Me empiezo a volver loco y decido dejar el banco. Sentí con total claridad que ese no era mi sitio, que ese no era mi papel en la vida, que lo que creo que puedo hacer bien es música. Así que dejo el banco, y me centro en mi proyecto y en seguir haciendo bolos por la noche.
AC: ¿Cómo empiezas con los bolos nocturnos?
Miguel Deparamo: Cuando estaba en la universidad, subí a Youtube un vídeo en el que mezclaba el piano con la música electrónica. Lo hice simplemente para que lo vieran mis amigos, y uno de ellos, que ahora es mi manager, lo vio y me propuso tocar en una discoteca en la que él se encargaba de organizar espectáculos. Desde entonces, no he parado. Empecé en una pequeña discoteca de Barcelona, para luego llegar hasta Amnesia, en Ibiza, considerada como una de las mejores discotecas del mundo. Después llegaron las giras, actuando en Punta Cana o Cabeza de Toro, compartiendo escenario con artistas como Dani Martín, de ‘El Canto del Loco’ (del que soy fan desde los inicios de su carrera), y con Djs de la talla de Erick Morillo.
AC: Tu pasión es la música, pero montar un espectáculo musical y tu propia empresa requiere llevar a cabo otras muchas tareas que nada o poco tienen que ver con la música. ¿Cómo lo haces? ¿Además de los muchos músicos que forman parte del espectáculo, también habrás tenido que contratar a muchas otras personas para que se encarguen de otros temas fundamentales?
Miguel Deparamo: Cuando dejo el banco y me centro en mi proyecto, empiezo a contárselo a todo el mundo, a mis amigos y a todas las personas con las que me encuentro. A uno de los amigos de Granada al que se lo cuento, me presenta a una persona que cree que me puede ayudar, ésta me pone en contacto con otra, y esta otra con otra… Empiezo a crear un equipo, el de Deparamo Music: director técnico, director ejecutivo, director artístico, productor ejecutivo… Todo el equipo necesario para poner en marcha mi show, independientemente de la parte musical, que eses es otro mundo. De la contratación de los músicos que necesitamos para el espectáculo, nos encargamos el director musical y yo.
Al principio, conté con la ayuda de un inversor. Pero poco tiempo antes de la primera puesta en escena de mi show, se retiró del proyecto. Así que para seguir adelante, tuve que continuar tirando de mis ahorros y pedir un préstamo ICO emprendedor. Con el préstamo fue con lo que pude pagar a los casi 40 músicos que intervienen en el espectáculo. Músicos de primera que actúan con artistas como Malú, Bisbal, Melendi…; en musicales como ‘Grease’ o ‘Sonrisas y Lágrimas’; todos con el título de la Escuela Superior de Música de Cataluña.
AC:¿Tu experiencia laboral en el banco te ha sido útil a la hora de hacer realidad este sueño?
Miguel Deparamo: Totalmente. Al igual que la “universidad” de la noche y la carrera de Derecho. Si no hubiese trabajado en el banco, primero no valoraría lo que tengo ahora, esa libertad de horarios. Y segundo, no tendría la disciplina ni el esquema, la estructura mental necesaria para sacar a delante un proyecto como este. He trasladado a mi show, a mi empresa la presión por alcanzar objetivos y la disciplina de horario que tenía en el banco. Para sacar adelante este proyecto, necesitas un horario, unos objetivos, un equipo de trabajo, unas normas… Detrás del espectáculo que se ve en el escenario, hay un montón de trabajo previo.
Mi objetivo no es ser un artista del momento. Lo que yo quiero es dedicarme toda la vida a la música. Y para eso, para implicarme de lleno en la música, creo que hay que hacer las cosas con cabeza, con visión empresarial, teniendo en cuenta cuestiones que van más allá de lo que tiene que ver estrictamente con el arte de la música, pero que te permiten ir evolucionando poco a poco y seguir viviendo de la música.
AC: Desde el punto de vista musical estás influenciado por un gran número de artistas de géneros y estilos muy diversos. ¿En quién o quiénes te inspiras o has inspirado para la puesta en escena de tus espectáculos?
Miguel Deparamo: En nada ni en nadie en concreto. Sí es cierto que siempre me ha gustado la gente que hace fusión, que apuesta por la música y no por el género de esa música. Mi lema es que la música no tiene límites. Te pongo el ejemplo de ‘Metallica’, grupo del que soy ultra fan, que montó un concierto con la Sinfónica de San Francisco. Mucha gente del rock duro, del rock puro decían que cómo iban a hacer algo así. Hicieron ese show con una de las sinfónicas más importantes del mundo, fusionando su música con música clásica, y ha sido uno de los discos mejores de ‘Metallica’.
Mi show es una apuesta por la música y no por ningún género o estilo concreto. Y me atrevo a decir que nadie hace lo mismo que hago yo. O si lo está haciendo alguien, no lo está comunicando para que yo me haya enterado. Me paso el día en redes sociales y no veo a nadie que haga lo que yo hago con el piano, con electrónica, con sinfónica, con todos los géneros musicales, con versiones de canciones…
Mi puesta en escena surge de intentar incluir en un mismo escenario todos los géneros. Se trata de algo más que de música; que los espectadores también vivan una experiencia a través de todos los efectos visuales que componen el espectáculo: desde la pantalla donde se proyectan imágenes que están relacionadas con los sonidos en ese momento, a los efectos de la iluminación y la presencia en el escenario de músicos, artistas de diferentes géneros y estilos musicales.
Miguel Deparamo en el escenario con su espectáculo musical y visual.
AC: Además de tu pasión, tu esfuerzo personal, tu talento, ¿qué y/o quiénes crees que te han ayudado de forma más significativa a lograr hacer realidad este sueño?
Miguel Deparamo: Sin lugar a dudas, la primera es mi mujer, Greta. Me ha apoyado en este paso y en todos los que he dado en mi vida. No quiero que suene a tópico. Llevamos juntos desde que tengo 18 años (11 años), y ella ha vivido no sólo mi evolución como músico, también como persona. Me ha visto como un estudiante de 18 años que se pensaba súper maduro, ha vivido mis primera actuaciones en discotecas, mi paso por el banco, tener un hijo en pleno proceso de reinvención profesional, justo antes del estreno del show, cuando el inversor se retira del proyecto… Imposible haber hecho todo esto sin ella.
En segundo lugar, mis padres. Digo en segundo lugar por darle a Greta la fuerza que se merece, pero paralelamente, mis padres me han apoyado siempre. Ya no sólo en hacer el show sino que desde pequeño me han inculcado la pasión por la música, algo que yo ya estoy haciendo con Miki (su hijo). Ya he conseguido ponerle delante del piano y que quiera abrir la tapa. Y tiene 8 meses. No quiero ser el típico padre que se empeña en que su hijo juegue al fútbol. Pero quiero que lleve en la sangre la música. Si luego no quiere dedicarse a la música, no pasa nada; pero que lleve dentro la música.
Tener esos dos apoyos para mí es fundamental, porque soy una persona muy familiar. Sin ese apoyo, habría intentado hacerlo, pero quizás no habría tenido la perseverancia para seguir adelante con todo.
AC: De lo que han dicho de ti otras personas, ¿hay algo con lo que te hayas quedado especialmente, alguna reseña con la que te sientas especialmente identificado o que por algún motivo te haya llegado al alma?
Miguel Deparamo: Artísticamente, lo que me dijo Barbara Hendricks: que estaba reinventando la música. Se me saltaron las lágrimas cuando lo oí. De una forma más personal, más que algo puntual, lo que me llega al alma es que mi mujer continuamente me dice que me proponga lo que me proponga con esta locura, lo voy a conseguir. Para mí es más importante ese apoyo constante de Greta diciéndome que siga, que me va a ir bien, que nos va a ir bien.
También son muy importantes los mensajes que me mandan las personas que están al tanto de lo que hago. No me gusta hablar de seguidores. Son, en muchos casos, cartas en las que me explican, me cuentan sus vidas. Contesto a todos. Es alucinante esta relación con la gente, insisto que no me gusta hablar de seguidores, ni de fenómeno fans; entrar en la vida de alguien sin que te conozcan realmente. Personas que te dan las gracias cuando les respondes, cuando soy yo el que tengo que estar agradecido de que ellos me escriban.
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