Este imponente edificio data de comienzos del siglo XIV, cuando fue construido por Yusef I de Granada sobre un antiguo recinto fenicio que también contenía un faro, de donde proviene el nombre del Castillo (Gebel-Faro, roca del faro).
Este Castillo es famoso por ser el lugar donde se sufrió un asedio de más de tres meses dirigido por los Reyes Católicos. Cuando por fin los habitantes del Castillo se rindieron el Rey Fernando tomó residencia en él, mientras que Isabel eligió vivir en la ciudad. Todo lo que queda de este monumento histórico son una serie de ruinas que aun se alzan majestuosamente entre bosques de pinos y eucaliptos.
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