Monumentos
por Marta Palomo Hermoso
La gran riqueza monumental de esta localidad la han hecho que esté catalogada como Conjunto Histórico y Territorio de Preferente uso turístico.
Por un lado destacamos la riqueza arqueológica que encontraremos en el poblado fenicio de Doña Blanca, con vestigios de yacimientos de entre los siglos X y III a.C.
Se encuentra entre la Sierra norte de San Cristóbal y una amplia llanura formada por marismas y salinas por los depósitos aluviales del río Guadalete. Se trata de un yacimiento cuyos restos más antiguos pertenecen a la Edad del Cobre. Y han aparecido restos que en algunas zonas concretas alcanzan los 9 metros de altura; constituyéndose como un auténtico poblado arqueológico de gran valor para el estudio de la historia.
En el capítulo de edificios de carácter religioso hay que destacar el antiguo Convento de Capuchinas, actualmente convertido en el Monasterio de San Miguel, la Iglesia Mayor Prioral, del siglo XV y construida en la parte alta de El Puerto de Santa María por iniciativa de los Duques de Medinaceli.
A las afueras de la ciudad encontraremos el Monasterio de la Victoria, del siglo XVI, una gran edificación que llama la atención por su majestuosidad.
Podemos completar el recorrido por los edificios religiosos en una ruta sacra que nos llevará por la Capilla de la Aurora, la Ermita de Caminantes, el Convento Espíritu Santo, San Franciso, o el de las Esclavas, entre otros.
De entre los edificios de carácter civil no podemos pasar sin visitar el Castillo de San Marcos, una gran iglesia-fortaleza que se constituye como uno de los elementos más característicos de la localidad. Formado por torres y almenas que otorgan un paisaje peculiar que se puede admirar desde las alturas y se constituye como una de las joyas más valiosas de todo su conjunto arquitectónico. En su origen primitivo era una mezquita que pasó más tarde a transformarse en un templo santuario cristiano vinculado a la conquista de Alfonso X.
Merece la pena también visitar la réplica que hay de la Carabela “La Niña”, que realizaron un equipo de artesanos y estudiantes. La encontraremos coronando una rotonda en la Plaza de las Américas, justo en el acceso portuario.