Figueres (Girona), domingo 13 de junio de 2004
Phillipe Lima, un francés de 22 años, de padres portugueses al que le encanta España, consiguió el primer título de su carrera profesional en el Segura Viudas Challenge de España que se ha disputado en Torremirona Golf Club & Spa Resort (Figueres, Girona). Su nueva relación con el triunfo se fraguó a base de tesón, adaptándose en cada minuto a las cambiantes situaciones -sobre todo meteorológicas- que a lo largo del campeonato han afectado a todos los participantes.
Philipe Lima convirtió su victoria en toda una gesta. Para empezar, partió desde el puesto 28º al inicio de la jornada, condicionada, a falta de la lluvia y las tormentas de los días anteriores, por un fortísimo viento que generó lamentos en la mayor parte de los jugadores.
Lima, por el contrario, se adaptó a la perfección a unas condiciones tan extremas, completando un recorrido que, dadas las circunstancias, fue de fábula: dos birdies consecutivos nada más empezar, un eagle en el hoyo cuatro, otro birdie en el ocho…, todo perfecto hasta que llegó su único borrón, un doble bogey en el 14 que acertó a compensar en la segunda vuelta con sendos aciertos en el 13 y el 18.
Sus principales rivales fueron arrastrados por el viento. Skold, Bourdy, Baraka, Larsen…, incluso Alessandro Napoleoni, líder al inicio de la jornada, fue un mar de problemas que alcanzaron su máxima expresión en el hoyo 18, cuando en lugar de ganar erró un sencillo putt de metro y medio que desembocó en un emocionante play-off.
Phillipe Lima, que llevaba esperando en la Casa-Club más de hora y media como líder provisional, volvió a desenfundar sus palos para enviar la bola, ya en el desempate, a unos 370 metros en línea recta. Napoleoni, por contra, se fue a la derecha a la calle… del 17, y de ahí, por encima de unos árboles y un lago, a un lejano bunker antes de situar la bola a seis metros del hoyo y hacerle, ya es mala suerte, dos 'corbatas' consecutivas. Completamente ajeno a semejantes dificultades, Phillipe Lima logró un birdie antes de empapar al público asistente con la botella de cava de Segura Viudas que le reconocía como campeón.
Lima: "Estoy contentísimo al haber logrado mi primer torneo profesional en un país que me encanta. Conozco muy bien España, Madrid, Sevilla, Santiago de Compostela y toda Galicia. Nací en Francia, mi padre trabaja en el golf de St. Nom-la-Bretèche, pero él y mi madre son portugueses y paso mucho tiempo en Portugal y en España. Cuando terminé mi vuelta no pensé que podía ganar, había jugado muy bien pero los líderes estaban todavía por la mitad del recorrido. El viento sopló muy fuerte y nos lo puso muy difícil, estoy muy contento con mis 67 golpes, ha sido un gran resultado en unas condiciones dificilísimas. En el hoyo del play-off he jugado el drive de salida dando un golpe fantástico a unos 370 metros, probablemente el más largo que he dado en mi vida, y luego el wedge a unos seis. Creí que el primer putt iba a entrar pero no fue así por el viento, y emboqué el segundo que me había dejado a medio metro".
Por el contrario, Alessandro Napoleoni era la viva imagen de la desolación a pesar del segundo puesto: "Ha sido una pena. He tenido varias oportunidades de ganar pero las he desaprovechado una tras otra. Empecé bien, con birdie en el hoyo uno, pero pronto sentí que las cosas no iban a salir bien. El viento me ha afectado mucho. Pensaba en hacer una cosa, pero salía la contraria. He tenido problemas con los hierros y el putt, y del play-off, mejor no hablar".
El alemán Kariem Baraka, que desde hace tres semanas representa a Torremirona, fue tercero en solitario con 13 bajo par, gracias a una cuarta vuelta con el par del campo: "Ha sido un día muy difícil y no había manera de acertar con las medidas y el palo correcto. El viento soplaba en todas las direcciones y no sabías por dónde iba a venir. Estoy encantado, sobre todo por Toremirona, por haberles devuelto algo de lo que me han dado al creer en mi y apoyarme".
Carlos Suneson fue el mejor de los españoles, en el puesto 11º con 11 bajo par, y el catalán Nacho Felíu hizo -igual que el ganador- la vuelta más baja del día, 67 golpes. Felíu: "Ayer jugué muy, muy mal y hoy, a pesar del viento, voy y hago un vueltón, este deporte no hay quien lo entienda, no tiene explicación".