Los azulejos, la cerámica artística y los muebles son los objetos de artesanía sevillana más típicos. No obstante, también podemos encontrar en esta provincia otros productos que se vienen realizando de manera artesanal desde hace mucho tiempo. Son éstos los que tienen que ver con el mundo del caballo, por un lado, y con el de la Semana Santa, por otro. Abundan los artesanos dedicados a la elaboración de toda clase de guarnicionería, zahones, botos y carruajes; así como también los hay que son unos verdaderos expertos en imaginería, elaboración de figuras religiosas talladas en madera y policromadas.
El barrio de Triana, en Sevilla capital, acoge a un buen número de los mejores ceramistas andaluces. Y en los municipios de Alcalá de Guadaíra y Lebrija también encontramos buenos talleres de cerámica artística sevillana. Si hablamos de azulejos, las localidades que más renombre han logrado gracias a su elaboración artesanal son Sanlúcar la Mayor, Santiponce y Mairena del Alcor, entre otras.
Aunque en esta provincia existen muchos talleres dedicados a la elaboración de muebles artesanales de diferentes estilos, es en la capital donde aún podemos encontrar un taller de muebles típicos sevillanos, que se caracteriza por la decoración policromada, con ramos de flores y, en ocasiones, con grecas y macetones, sobre una base principal de gamas verdes y rojas.
Sevilla, donde se vive la Semana Santa de una manera tan especial, también es una de las cunas principales de la imaginería y todos los trabajos que ella conlleva. Su época dorada fue en el siglo XVII, con los grandes maestros Martínez Montañés, Juan de Mesa y Pedro Redondo.