Castillos en Córdoba
por Paz Rosado
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La provincia de Córdoba es, sin duda, otro de los territorios andaluces idóneos para aquellos viajeros que buscan la contemplación y/o el estudio de edificios fortificados de diversa índole: castillos, torres vigías, recintos amurallados, alcázares… Muchos de estos monumentos cargados de historia están concentrados en la capital, pero otros tantos se encuentran repartidos por los diferentes municipios que componen esta provincia.
En Córdoba capital se podrán visitar edificios tan impresionantes como el Alcázar de los Reyes Cristianos, que mandó construir el Rey Alfonso XI y donde parece ser que se celebró la primera corrida de toros; el Alcázar Califal; los recintos amurallados como el de la Ajerquía, el de la Medina o el del Alcázar Viejo; la Torre Fortaleza de la Calahorra, el Palacio Fortificado de Medina Azahara; y torres vigías repartidas por la sierra y campiña cordobesa como la del Encineño, la de las Siete Esquinas o la del Beato, entre otras.
Desde la capital, en dirección Este, los municipios más interesantes son: Alcolea, donde se encuentra el Castillo de la Isabela; El Carpio, con su llamada Torre de Garci Méndez, una construcción del siglo XIV; Bujalance, con su Castillo Alcázar construido por Abderramán III en el siglo X; y, más al sur, Cañete de las Torres, con su castillo levantado sobre una fortaleza musulmana en la primera mitad del siglo XIV.
En dirección Oeste, Almodóvar del Río nos sorprenderá con su bello castillo de estilo gótico-mudéjar enclavado sobre una peña; y más al oeste, en Posadas, la llamada Torre de Guadacabrillas, del siglo XV; además de restos de lo que fue un castillo y que hoy es la torre de la iglesia de Santa María de las Flores.
Muy cerca de la frontera con la provincia de Sevilla, el municipio de Palma del Río nos mostrará su Recinto Fortificado en pleno casco urbano y, en la zona conocida como Mesa de San Pedro, restos de lo que fue su castillo. Más al sur de la provincia cordobesa, en Montemayor veremos uno de los mejores ejemplos de la arquitectura militar cordobesa, su castillo dominando el municipio desde lo alto; además de restos del primer castillo que tuvo el municipio, el de Dos Hermanas. Con parte del material de esta fortaleza musulmana se construyó la nombrada en primer lugar. En Santaella, la muralla urbana de origen árabe en la que destaca la puerta de acceso a la villa y algunas torres, y su castillo, del que sólo queda la Torre del Homenaje. En Espejo veremos el Castillo de Alcalat, del siglo XIV; y en Castro del Río, el Torreón del Cambronero, el castillo del actual municipio y el del antiguo asentamiento medieval, llamado Castillo de Castro el Viejo.
Siguiendo hacia el sur, en Baena podremos ver restos del castillo del siglo IX, así como restos de murallas; en Luque, el Castillo de Venceaire, sobre un risco que domina todo el pueblo; en Zuheros, su castillo de origen musulmán, además de restos de dos recintos fortificados: el conocido como Majuelo Negro y el de Cerro Pavon; en el caso urbano de Doña Mencía, su castillo del siglo XV; y en la conocida localidad de Cabra, la muralla urbana y el Castillo de los Condes de Cabra, de origen árabe, reedificado en el XIV y hoy convertido en convento y colegio.
También al sur, en el municipio de Carcabuey, las ruinas de lo que fue una fortaleza árabe y que hoy guarda en su interior la Ermita de la Virgen del Castillo; en Priego de Córdoba, su castillo árabe y torres vigías como la de Zagrilla, Cañuelo o Esparragal; y en Rute, en pleno Parque Natural Sierra de la Subbética, la Torre del Canuto, además de restos de la Fortaleza de Rute el Viejo. Muy cerca de Rute, en Iznájar, podremos ver un castillo y murallas urbanas; y en Benamejí, el Castillo de Gómez Arias, en un cerro a cuyos pies corre el río Genil y en frente, la Torre del Hacho, de origen árabe también. El recorrido por el sur de Córdoba termina en Lucena, donde se encuentra el Castillo del Moral, cuya torre fue prisión de Boabdil y que hoy alberga un museo.
Al norte de esta provincia, son cinco los municipios en los que podremos seguir viendo fortificaciones. La primera parada, desde la capital, será Espiel, con su Castillo de El Vacar, de la época califal. Después vendrán Bélmez, con su castillo en la cima de una elevada roca, dominando el municipio; El Viso, con el Castillo de Madroñiz, junto al río Zújar; Santa Eufemia, con el Castillo de Miramontes, fortaleza de origen romano que los árabes reedificaron en el siglo XI; y, por último, Belalzácar con su Castillo de Gahete, que tiene Torre del Homenaje muy bella.