Rutas del Legado Andalusí - Ruta del Califato

Ruta del Califato © michelle chaplow
Ruta del Califato

Ruta del Califato

por Paz Rosado

Esta ruta, que parte de la antigua capital del Califato, Córdoba, y termina en la capital del último reinado musulmán de los nazaríes, Granada, pasando la provincia de Jaén, trascurre por uno de los caminos más transitados de la Península Ibérica durante la Edad Media. El itinerario es el que unía Córdoba y Granada en el siglo XII, según Al-Idrisi.

El viajero tendrá la ocasión de contemplar un rico patrimonio tanto artístico como paisajístico. Fortalezas, castillos, alcazabas, catedrales, mezquitas…, y uno de los espacios protegidos importantes de Andalucía: el Parque Natural de la Sierra Subbética cordobesa.

Para realizar esta ruta, y partiendo de Córdoba, se puede elegir entre dos itinerarios. El primero es el que trascurre por pueblos como Fernán Núñez, en el que destacan monumentos como el Palacio Ducal, la Iglesia de Santa Marina de Aguas Santas y la Ermita del CalvarioMontemayor, con su Castillo mudéjar y la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, donde se encuentra el interesante Museo de Ulía; Montilla, con su Castillo, la Iglesia de Santiago, el Convento de Santa Clara y La Casa del Inca; Aguilar de la Frontera, con los restos de su Castillo, la Iglesia de Santa María, la Torre del Reloj y la Plaza de San José; Lucena, con el Castillo del Moral, la Iglesia de San Mateo y la antigua casa de los Mora Saavedra, hoy Palacio de Justicia; Cabra, con la Parroquia de la Asunción y Ángeles, la Iglesia de San Juan de Dios y su Museo Arqueológico; y Priego de Córdoba, con su Castillo, el Barrio de la Villa y numerosos edificios de carácter religioso como la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, la Iglesia del Carmen y la de las Mercedes.

El segundo itinerario comienza en la localidad cordobesa de Espejo, con monumentos como su Castillo medieval, la Parroquia de San Bartolomé y la Iglesia de San Miguel; y continúa por Castro del Río, villa Cervantina en la que destacan monumentos como su Castillo-Fortaleza, la Parroquia de la Asunción y la Iglesia del Carmen; Baena, con su Castillo y Recinto Amurallado, la Casa de Tercia, la Parroquia de Santa María la Mayor y su Museo Histórico; Zuheros, con su Castillo de origen musulmán, la Iglesia de los Remedios, y la Cueva de los Murciélagos; Luque, con su Castillo, la Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción, y ermitas interesantes como la de Nuestra Señora del Rosario y la de San Bartolomé; Alcaudete, ya en la provincia de Jaén, con su Castillo y edificios de carácter religioso interesantes como la Iglesia de Santa María y la de San Pedro; y Castillo de Locubín, pueblo en el que destacan, además de su Castillo, la Iglesia de San Pedro y diferentes yacimientos arqueológicos.

Los dos itinerarios mencionados van a parar al municipio jiennense de Alcalá la Real, donde podremos contemplar la Fortaleza de la Mota y numerosos edificios interesantes en su casco histórico. La ruta continúa para finalizar en Granada pasando por Moclín, municipio granadino en el que destacan monumentos como su Castillo y el Santuario del Cristo del Paño; Pinos Puente, con lugares de interés como el Puente Califal y la Iglesia de la Consolación; Colomera, con ruinas de una fortaleza árabe, la Ermita de San Antonio y Puente y Calzada Romana; Güevéjar, con su Iglesia Parroquial como monumento más destacado; Cogollos de la Vega, con los Baños Andalusíes, declarados Bien de Interés Cultural, y la Iglesia de la Anunciación; Alfacar, con sus Baños Musulmanes, la Iglesia de la Asunción y la Ermita de de San Sebastián; y Víznar, con su Iglesia Parroquial del Pilar, el Palacio de Cuzco y la Acequia de Aynadamar, también conocida como Fuente de las Lágrimas.

El tiempo mínimo necesario para realizar esta ruta del Legado Andalusí oscila entre dos y tres días. Pero, en todo caso, será el viajero el que decidirá si quiere dedicar más o menos tiempo para disfrutar de todas las posibilidades que ofrece este viaje. Porque además de conocer todo el legado monumental, también podrá optar por realizar numerosos deportes y actividades rurales, vivir las fiestas tradicionales de cada localidad y saborear la rica y particular gastronomía de los municipios que componen el itinerario.