La Torre del Oro es una de las 166 que formaban parte de las murallas de Sevilla ©Michelle Chaplow |
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Castillos en Sevilla
por Paz Rosado
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Alcalá de Guadaira, Carmona, Santiponce, El Coronil y la ciudad de Sevillapueden considerarse los municipios de la provincia sevillana más interesantes en cuanto a edificios fortificados se refiere. Alcalá de Guadaira constituye uno de los conjuntos fortificados más importantes de esta provincia, con el Castillo de Marchenilla, a unos 5 kilómetros del casco urbano y que fue declarado Monumento Nacional en 1931; la iglesia fortificada conocida como el Santuario del Águila; la Muralla Urbana declarada Monumento Nacional en 1924; el Alcázar, que se encuentra sobre un cerro a orillas del río Guadaira, también Monumento Nacional; los dos molinos fortificados de origen musulmán: el de El Algarrobo y el de Las Haceñas; y la Torre de Gandul, que es lo que queda de lo que fue otro castillo.
En la monumental localidad de Carmona nos encontraremos con el Alcázar del Rey Don Pedro, también llamado Alcázar de Arriba o de la Puerta de Marchena. Se encuentra al oeste del recinto amurallado, en el punto más alto del municipio, junto al Parador Nacional de Turismo. De origen árabe, Pedro I El Cruel lo convirtió en un fastuoso palacio que luego fue reconstruido por los Reyes Católicos. En la Plaza de Blas Infantes podremos ver el otro Alcázar de Carmona, el Alcázar de la Puerta de Sevilla, que fue restaurado en la década de los 70 y ahora es sede del Centro de Recepción Turística. Junto a este edificio, hallaremos la Muralla Urbana con la Puerta de Sevilla y la Puerta de Córdoba. Por último, también podremos contemplar en este municipio la Torre de Membrilla, junto al río Guadaira.
En Santiponce, el visitante se encontrará con el Monasterio Fortificado fundado por Guzmán el Bueno en 1301. Declarado Monumento Nacional en 1872, actualmente alberga un museo.
En el municipio de El Coronil existen dos castillos: el Castillo de El Coronil, que primero fue una pequeña fortaleza árabe y luego fue palacio cristiano, almazara, cuartel de la Guardia Civil y casa de vecinos; y el Castillo de Las Aguzaderas, a unos 3 kilómetros del casco urbano, de origen árabe y declarado Monumento Nacional en 1923.
Reales Alcázares de Sevilla
Ya en la ciudad de Sevilla, de los cuatro edificios fortificados que existen, quizás el menos conocido sea la Torre del Infante Don Fabrique, construida en 1252 por el infante que le da nombre y que se encuentra en el Convento de Santa Clara. Las otras construcciones son: el Alcázar, también llamado Reales Alcázares de Sevilla, situado en la Plaza del Triunfo y que constituye el edificio civil más importante de la ciudad. De su conjunto destacan: el Patio del Yeso, del período almohade; el Palacio Gótico, construido durante el reinado de Alfonso X; la Sala de la Justicia, de estilo mudéjar; el Palacio del Rey Don Pedro, también de estilo mudéjar; y sus jardines. De la Muralla Urbana sevillana de origen árabe sólo quedan restos como los que se encuentran entre La Macarena y la Puerta de Córdoba. El último edificio fortificado de esta ciudad es la famosa Torre del Oro, que data del primer tercio del siglo XIII y que actualmente alberga un Museo Naval.
Otros edificios fortificados de la provincia de sevillana son el Castillo y Muralla Urbana de Cote, en el municipio de Montellano; el Castillo y Muralla Urbana de Utrera; el Castillo de Alanís, en el municipio que le da nombre; el Castillo y Muralla Urbana de Estepa; el Castillo de Luna en el municipio de La Puebla de Cazalla; el Castillo del Hierro, en Pruna; el Castillo de Morón de la Frontera, con su Torre del Homenaje llamada Torre Gorda; la Muralla Urbana de Alcalá del Río; el Castillo de La Monclava y el Castillo de Fuentes, en el municipio de Fuentes de Andalucía; la Torre Mocha, también llamada de Don Fabrique, en Albaida; el Recinto Amurallado de Manigua, popularmente conocido como Castillo de Mulva, en Villanueva del Río y Minas; el Castillo de Luna, en Mairena del Alcor; la Muralla Urbana de Osuna; el Castillo y Torre de Villadiego en Peñaflor; y la Torre de los Guzmanes, en La Algaba.
