Javier Sierra es un autor, escritor, investigador y periodista cuyo trabajo abarca un amplio abanico de temas, que van desde lo histórico a real, pasando por lo sobrenatural. Su novela La cena secreta es un éxito a nivel mundial y ha sido publicada en más de 40 idiomas. Recientemente Javier dedicó parte de su tiempo a hablar con Andalucia.com en Málaga, donde reside actualmente.
AC - Para empezar, podrías contarnos algo acerca de tus orígenes. Por lo que sé, naciste en Teruel. ¿No es así?
JS - Sí. Nací en Teruel en 1971. Mi primer trabajo en un medio de comunicación fue en Actual, un programa semanal de radio para niños. De algún modo, fue la manera de entrar "en la iglesia". A los 18 años fui uno de los fundadores de Año Cero. Más tarde formé parte de la revista Más Allá. En 1998 di el salto al campo de la literatura con La dama azul. No obstante el paso del periodismo a la narrativa supuso un cambio difícil para mí.
AC - ¿Qué fue lo que lo hizo tan difícil?
JS - Bueno, la historia del libro tenía que ver con un personaje real que vivió en España durante el siglo XVII, la época dorada de la historia española. Me sumergí en este caso porque estaba lleno de documentos interesantes. Con semejante cantidad de material tenía la posibilidad de escribir un libro de prosa no narrativa o de ficción. El problema con la prosa no narrativa estribaba en que había demasiadas preguntas y contaba con muy pocas respuestas. Así que decidí escribir un libro de ficción para dar algunas respuestas a mis lectores.
AC - Y funciona.
JS - ¡Pues sí! Así que, a partir de 1998, decidí mantener en mi carrera un equilibrio entre literatura no narrativa y de ficción. En la primera, planteo preguntas e investigo sucesos extraños y fenómenos inexplicables; mientras que en mi literatura narrativa, ofrezco respuestas a esas preguntas. Así es como funcionó.
AC - He leído que La cena secreta alcanzó el 6º puesto en la lista de los más vendidos del New York Times. Debe sentirse muy orgulloso de ello.
JS - Sí, me siento muy orgulloso porque soy el primer autor español en conseguirlo y porque es la primera novela en lengua española que entra en la lista de los 10 más vendidos del New York Times. Sin embargo, puesto que vive usted en España, sabrá lo difícil que puede llegar a ser, sobre todo con colegas de profesión que te miran y te dicen: “¿Tú y no yo? ¿El New York Times? Me parece increíble.”
AC - Por simple curiosidad, ¿cuántos ejemplares de La cena secreta ha vendido hasta el momento en todo el mundo?
JS - No sabría decirle con exactitud puesto que el número aumenta cada día que pasa, pero entre dos y tres millones de ejemplares.”
AC - Disfruté muchísimo con el libro, aún más que con El código Da Vinci de Dan Brown.
JS - Bueno, son libros muy diferentes. Cuando se publicó El código Da Vinciyo estaba terminando La cena secreta, por lo que no tuve ninguna clase de influencia de El código Da Vinci ni de su éxito. De hecho, cuando se publicó El código Da Vinci en España, compré uno de los primeros ejemplares. Lo leí y le dije a mi mujer: “Es un libro sobre Leonardo, como el mío. No creo que vaya a tener mucho éxito.” Así que mi valor como profeta es nulo.
Por lo que tiempo atrás Dan Brown y yo estuvimos trabajando en el mismo tema pero desde perspectivas muy distintas. Dan Brown utilizó el “misterio de Leonardo” como telón de fondo para su libro, una novela de suspense, crímenes y asesinatos. La mía es, bueno, algo diferente. Se parece más a El nombre de la rosa – el argumento es mucho más intelectual, algo más que una trama de misterio donde no puedes dejar de pasar la página.
AC - Es evidente que el libro ha requerido un enorme trabajo de documentación y todos sabemos que no es fácil escribir una novela histórica. ¿A qué clase de retos debió enfrentarse durante este proceso de investigación?
JS - La idea original cuando me decidí a escribir La cena secreta era utilizar únicamente personajes históricos y contar la historia en forma de novela. Pero no lo conseguí. Necesitaba un personaje que acaparase toda la información y el único personaje importante que inventé para mi novela es el Padre, el Inquisidor, que actúa como narrador principal del libro. Prácticamente todos los demás personajes del libro son reales.”
Por ejemplo, hablo sobre el Papa Alejandro VI y de cómo creía ser un descendiente del dios Osiris. Eso es un hecho, no es mi versión. De algún modo, mi libro no se trata simplemente una novela: es una invitación al lector a sumergirse en la historia de aquella época y a descubrir que incluso los principales “dueños” de la ortodoxia fueron los mayores herejes de su tiempo.”
Sucede como en la actualidad: todo es mentira. Ya sabes, los políticos tienen dos caras, la gente de los medios de comunicación tiene dos caras y, en aquella época, ocurría lo mismo.”
AC - En realidad La cena secreta es, a fin de cuentas, una historia sobre la ortodoxia, la búsqueda de la ortodoxia o, al menos, de hacer que se respete. ¿Qué cree que nos dice sobre nuestros días, en especial después del 11 de septiembre?
JS - Bueno, son muchas las coincidencias entre 1497, año en el que se desarrolla La cena secreta, y nuestros días. Por ejemplo, el mayor de los temores que abrigaban los europeos de aquella época era ser invadidos por los musulmanes, en especial los procedentes de Turquía. Hoy en día tenemos el mismo miedo. En Francia, son muchos los problemas con el velo islámico y este es un viejo, viejísimo, temor del mundo occidental: ser invadidos por una religión muy diferente. Esto demuestra que nuestro mundo moderno no es tan moderno y que no hemos logrado separar política y religión tanto como creíamos después de la Revolución Francesa.”
Incluso en Estados Unidos. Por todos es sabido lo cuadriculado que es George Bush en lo que se refiere a la religión. Sabemos que, en cierta forma, sucedió lo mismo en España, especialmente durante el periodo de Aznar, pero también hoy en día, porque nos encontramos en el mismo nivel revolucionario de hace cinco siglos. Opino que esta clase de libros son el único modo de expresar tales ideas sin entrar en el peligroso terreno de la “crítica abierta” a los políticos.”
AC - El éxito de libros como La cena secreta o El código Da Vinci, ¿qué nos dice acerca de nosotros mismos como civilización?
JS - Bueno, es una pregunta difícil de contestar. Por lo que yo sé, mi libro fue un éxito de ventas inmediato gracias a lo que sucedió con El código Da Vinci. Mucha gente terminó de leer El código Da Vinci y seguía hambrienta, quería saber más.
Cuando leí El código Da Vinci pude reconocer que se trataba de un libro muy impetuoso, tiene un ritmo muy bueno. Sin embargo el final es muy pobre. El final del libro, al menos para mí, es poco satisfactorio. Creo que eso mismo fue lo que sintieron millones de personas en todo el mundo, ésa es la razón por la que buscaron otros libros como La cena secreta. Y siguen buscando. Esto es algo fantástico porque El código Da Vinci también es, en cierta medida, un libro sobre el Santo Grial: esta idea mística, arquetípica y, cómo decís, el objective...
AC - ¿Quiere decir el objetivo?
JS - ¡Sí! El objetivo del Santo Grial no es simplemente el hallazgo del Santo Grial en sí sino también su búsqueda. El código Da Vinci inició la búsqueda, La cena secreta la continuó y, ¿qué vendrá después? No lo sé, pero probablemente haya otro libro que os haga seguir en su busca.
AC - Son muchos los trasfondos de La cena secreta. Uno de los más interesantes es todo el concepto de la iconografía y de la manera tan distinta que tenía la gente de mirar los cuadros y las esculturas a como las percibimos nosotros en la actualidad. ¿Podría explayarse un poco más sobre eso? ¿Acaso cuando entramos en una gran catedral hoy en día estamos dejando de percibir sus mensajes?
JS - ¡Totalmente, totalmente! De hecho hoy en día sabemos leer un libro, sabemos que la “D” con la “A” con la “M” y con la “A” forma la palabra “Dama”. Lo sabemos. Pero hemos olvidado cómo leer, por ejemplo, una catedral. En la Edad Media, las catedrales eran verdaderas “Biblias de Piedra” y mucha gente acudía a ellas para leer las estatuas, los grabados y esa clase de cosas porque eran capaces de entender los pasajes bíblicos gracias a esas piedras. En nuestra época, acudimos a una catedral y lo mejor que se nos ocurre decir es: “¡Qué preciosidad!”. No podemos decir nada más porque hemos perdido la manera de leer esas estatuas y el arte.”
Las hemos perdido completamente. ¿Por qué? Porque ahora tenemos los relojes y no necesitamos mirar al sol para saber qué hora es. Así que lo que intento con mi libro es mostrar al lector que hay una gran enciclopedia a nuestro alrededor, que es como el sol, y que estas cosas están esperando a ser leídas de nuevo.”
AC - Otro argumento secundario muy interesante es la idea del “culto a la mujer” y el lugar de la mujer en la Iglesia, la Católica en particular. ¿Quizás pueda decirnos cómo cree que afecta esto al papel de la mujer en la actualidad?
JS - Bueno, hoy en día está sucediendo algo muy parecido a lo que ocurrió en Europa en el S. XII, cuando se produjo una era dorada del lado femenino de la vida. Es la época en la que apareció por primera vez el amor cortés, una época en la que se construyeron y dedicaron las primeras iglesias a la Virgen María. Es interesante resaltar que no hay ninguna iglesia dedicada al a Virgen construida antes del año 1000. Así que el Cristianismo no le prestó ninguna atención a la Virgen María durante mil años.
Así que algo ocurrió, en especial en el sur de Francia y en el norte de España. Ocurrió algo parecido a lo que está pasando hoy en día porque estamos viviendo en un tiempo de revisión del ideal de vida femenino. Creo que, en parte, es uno de los mayores aciertos del libro porque la gente siente esta “evolución femenina” de la sociedad. Estamos asistiendo a las últimas etapas del dominio masculino en el mundo. Si somos capaces de cambiar el arquetipo de pensamiento global del mundo masculino al mundo femenino, probablemente acontecimientos como la guerra de Irak no vuelvan a repetirse.”
El mayor signo de esta evolución, este “fomento de lo femenino”, puede verse en el concepto de globalización. En su esfera privada, tradicionalmente las mujeres tenían una visión más amplia de la familia, los hijos, el dinero... Una visión mucho más global que la del hombre. Los hombres centran toda su energía en un único objetivo. Cuando los hombres vamos a trabajar, vamos a trabajar. Si estamos con nuestros hijos, estamos con nuestros hijos. Pero no sucede así con las mujeres, ellas tienen una visión mucho más amplia. Así pues esta globalización tiene que ver con el fomento del pensamiento femenino.
AC - Y desde un punto de vista personal, ¿qué es lo que Leonardo Da Vinci representa para ti?
JS - Si tuviera que resumir el personaje de Leonardo en una única palabra, ésta sería “rebelde”. Fue un rebelde contra la ortodoxia de su época y mientras trabajaba para la Iglesia, seguía introduciendo ideas no ortodoxas en sus pinturas. También era un rebelde contra los políticos de su tiempo. Trabajaba para ellos pero en cierto modo introdujo muchas de sus propias ideas sobre la sociedad y el futuro.
Sabemos muy poco acerca de Leonardo. En parte era un visionario como Julio Verne, el escritor francés. Son muchas las coincidencias entre ellos. Julio Verne es otro de mis personajes históricos preferidos.
AC - Entonces Da Vinci fue un auténtico “Hombre Renacentista”, ¿incluso en la cocina?
JS - [Riéndose] ¡Sí! Quería ser cocinero, no pintor, ni escultor, ni nada por el estilo. Quería ser cocinero. Cuento algunas anécdotas divertidas en mi libro. Por ejemplo, quiso inventar una cocina muy moderna para el Duque de Milán y casi salió ardiendo. Esto es verídico. Sin embargo, algunos de sus inventos para la cocina fueron adaptados para máquinas de guerra.
AC - Javier, has escrito sobre Roswell, Nuevo Méjico, las estancias de Napoleón en Egipto y, por supuesto, Leonardo Da Vinci. ¿Qué es lo que te atrae de esta clase de misterios históricos?
JS - Quizás sea porque comparto con Leonardo este tipo de ideología “rebelde”. Cuando era adolescente, iba al instituto y asistía a clases de historia. Tenía la impresión (al menos aquí en España) de que querían convertirme en algo. Querían que aceptase sin discusión las grandes “verdades” de la historia. Eso no forma parte de mi carácter, así que empleé gran parte de mí tiempo entonces en buscar las pequeñas cosas de la historia que rompen con estos modos de pensamiento monolítico que me fueron inculcados.
Desde aquel entonces descubrí el placer que experimentaba ofreciendo a los demás una nueva perspectiva de la historia. Eso es exactamente lo que trato de hacer en mis libros. Intento brindar una manera nueva de enfrentarse a esas grandes “verdades”. También es un modo de descubrir que la gente de aquella época era más humana de lo que nos imaginamos, que la historia no es en absoluto historia. No hay una Historia, sino Historias o, incluso, simplemente historias.
AC - Ahora quizá te gustaría hablarnos un poco sobre La dama azul. ¿Cuándo se va a publicar?
JS - En junio. Va a publicarse por primera vez en Estados Unidos, Canadá, Gran Bretaña y Australia en junio. Este libro se publicó en España en 1998 pero después del éxito de La cena secreta, mis editores me pidieron que les enviara otros libros y yo elegí este, aunque decidiera reescribirlo. Me pasé casi un año actualizando y escribiendo partes del libro y ahora es un libro nuevo, incluso para mí. Será la primera vez que un libro escrito por un autor español se publica primero en inglés y luego (quizás el año que viene) en español. De nuevo, esto es un síntoma de la globalización. No importa el idioma en que pienses o escribas. Es maravilloso.
AC - Así pues, ¿qué hay en el horizonte de Javier Sierra?
JS - Bueno, voy a publicar un nuevo libro en España en septiembre. Se titulará La ruta perdida. Se trata de un libro de prosa no narrativa sobre los misterios que rodean el descubrimiento de América. Comienza en la Basílica de San Pedro, en el Vaticano. En San Pedro, en su nave central, podemos encontrar la vieja lápida del Papa Inocencio VIII, que falleció en julio de 1492. Sin embargo sobre su lápida puede leerse: “Mía es la gloria del descubrimiento del Nuevo Mundo.”
El problema es que Colón zarpó desde Huelva, desde Palos, en agosto de 1492: al mes siguiente. Murió en 1506 sin ser consciente de haber descubierto el “Nuevo Mundo” (nadie adoptó esta expresión hasta aproximadamente el año 1510). Así pues, ¿por qué aparece esta expresión en la lápida? Este es el punto de partida de mi nuevo libro. Es fascinante.
AC - Efectivamente suena fascinante. Gracias por dedicarnos parte de tu tiempo, Javier.
JS - Gracias a ti. Ha sido un placer.