Andalucía es una región en la que conviven muchas nacionalidades, por lo que todo aquel que venga de visita y no esté acostumbrado a ello, notará que hay varias cosas que le sorprenden de los visitantes o residentes extranjeros. Bien es cierto que no todos cumplen estas normas, pero sí que es algo que llama la atención de la mayoría de ellos.
1. DO YOU SPEAK ENGLISH?
Y si no lo haces, ¿a qué estás esperando? Porque muchos extranjeros cuando están en Andalucía consideran que todo el mundo va a hablar, por lo menos, inglés. Aunque sean franceses o rusos, te hablarán en inglés porque así están convencidos de que les vas a entender. Intentar chapurrear algunas palabras en español es algo que parece impensable e incluso puede sentarles mal que en un establecimiento no les entiendan.
Lo más curioso es que su plan parece funcionar, porque son un gran número de extranjeros los que tras muchos años e incluso habiendo visto crecer a sus hijos, no hablan palabra de español.
Por otra parte, también es cierto que con el paso de los años esto va cambiando, porque se está creando una nueva generación de niños bilingües que consiguen que sus padres hablen ambos idiomas para poder entender todo lo que sus hijos dicen.
2. ADAPTÁNDOSE A LAS CURVAS
En el caso concreto de los ingleses, irlandeses y todos los que en su país de origen conducen por el lado izquierdo de la calzada, llama la atención su facilidad para adaptarse a conducir por la derecha. Tomar las rotondas del modo correcto, no impresionarse por los coches que vienen de frente… para ellos no es problema.
Es curioso porque los españoles cuando vamos a su país comentamos continuamente lo extraños que son los coches con el volante en la derecha y, al montar en coche, no podemos reprimir algún que otro grito del impacto que nos causa hacer todo al revés.
3. COMO UN RELOJ
Algo muy nuestro y muy de muchos, es llegar tarde a las citas. Si usted ha quedado con alguien, probablemente ni se inmutará si tiene que esperar cinco minutos, porque eso “no es esperar”. Pero los extranjeros en general son sumamente puntuales, muy organizados y nunca les verá dejando algo para el último momento.
Esto puede llegar a extremos insospechados cuando, por ejemplo, vea a un extranjero saliendo de casa seis horas antes de la salida de su vuelo porque “no quiere llegar tarde”.
4. DE NIÑA A MUJER
Aunque los científicos no han llegado a descifrar la causa, parece probado que las niñas extranjeras se convierten en mujeres cuando las nuestras todavía piensan en la muñeca que se pedirán por Navidad. Bien es cierto que esto está cambiando y que también en nuestro país las niñas son chicas cada vez antes, pero le sorprenderá ver por la noche a niñas extranjeras de 12 ó 13 años con sus peinados de peluquería, sus minivestidos y su maquillaje.
Teniendo esto en cuenta, llama mucho la atención como las niñas llevan tacones desde muy pequeñas, lo que parece inclinarlas poco a poco a esta adolescencia prematura que suele comenzar con una puesta de largo.
5. COMO CAMARONES
Y esa es una expresión que escuchará a muchos andaluces cuando se refieran a extranjeros, sobre todo si los ve paseando por el paseo marítimo. Y es que su delicada piel se torna de un color rojizo con el toque del sol que parece no transformase en moreno por mucho que se esfuercen.
Lo más sorprendente es que puede ser un día sin sol, en el que uno pasea con su chaquetita puesta y al cruzarse con un extranjero se lo encuentra en camiseta de tirantes y quemadísimo, de un rojo de esos que duele hasta a quien está mirando.
Este efecto rojizo se suele pasar en los extranjeros residentes, que a base de cremas y de acostumbrarse al sol, consiguen un color moreno que incluso puede ser envidiable.
6. UN “GUIRI” POR EXCELENCIA
¿Cuál es el parámetro que sin duda define a un “guiri”? Eso que a todos se nos viene a la cabeza cuando se nombran… Efectivamente, las sandalias o chanclas y los calcetines debajo, que son muy eficaces para protegerse del ¿frío? o quizá porque el pié ya está quemado…
No se puede generalizar a todos los extranjeros, pero sí es cierto que el típico “guiri” o turista destaca por su forma de vestir. El calzado es lo más llamativo, pero también podemos ver una mezcla de estilos en sus prendas que podemos calificar de lo más original.
7. GREGARIOS POR NATURALEZA
A la hora de relacionarse, a los extranjeros les gusta más hacerlo con los de su mismo país o, en su defecto, idioma. Aunque no se puede generalizar, lo más frecuente es verlos juntos en los bares de su país, realizando actividades con sus compatriotas e incluso formando comunidades que organizan eventos de vez en cuando.
Es cierto que son muchos y, como pueden elegir estos amigos, con sus mismos gustos, cultura e idioma, dejan un poco de lado la integración con la comunidad española, o andaluza en este caso.
A pesar de esto, cada vez son más los extranjeros que se integran en la comunidad andaluza, llegando incluso a conocer mejor las costumbres y culturas y siendo difíciles de distinguir de los nativos, si no fuera por su acento delatador o su aspecto físico.
8. ¿COMIDA, MERIENDA O CENA?
Una de las cosas que más sorprende de los extranjeros es cuando uno está paseando por la calle, a las cinco y media de la tarde y los ve sentados en un restaurante. Los que no estén muy familiarizados con la situación dudarán de si se trata de una comida tardía, una merienda copiosa o una cena temprana.
Y es que sus hábitos a la hora de comer son muy diferentes de los nuestros. En ocasiones comen cuando algún andaluz se encuentra desayunando, lo que hace que también cenen mucho antes. La duda que nos puede asaltar es si no se mueren de hambre desde las seis de la tarde que cenaron hasta el desayuno del día siguiente.
Por suerte para ellos, los restaurantes conocen estos horarios y pueden comer a sus horas habituales sin problema. Pero no se fíen, si piensan mantener sus horarios en países como Francia tengan cuidado, porque a las tres de la tarde les será casi imposible encontrar un restaurante abierto para comer.
9. EL MEJOR AMIGO DEL LIBRO
Salvo que proceda de grandes ciudades en las que el transporte público es el motor de los desplazamientos, le sorprenderá lo mucho que les gusta a los extranjeros leer en público. Para la mayoría de los andaluces lo normal es leer en casa o, como mucho, en una hamaca en la playa, pero los extranjeros disfrutan sentados en bancos y cafeterías con sus libros en la mano.
Puede que esto se deba a que no quieren perder ni un minuto del sol y buen tiempo y por ello deciden realizar sus actividades preferidas al aire libre.
10. DONDE FUERES… HAZ LO QUE VIERES
Es bien sabido que en España se habla muy alto y puede que en Andalucía incluso más. Pero debe ser algo positivo o al menos contagioso porque los extranjeros se desenvuelven fabulosamente en lo que a alzar la voz se refiere.
Si alguna vez viajan a Inglaterra, por ejemplo, notarán que no se oye una mosca en el autobús y en los restaurantes el tono más elevado es el de los cubiertos contra el plato (porque ni siquiera encontrará bebés que puedan llorar). Pero cuando estas mismas personas se encuentran en España se desinhiben sobremanera hablando, riendo y cantando como el que más, sobre todo si hay una retransmisión deportiva de por medio.
Puede que esto se deba al sol y el buen tiempo, que a todos nos anima el espíritu o quizá sea que la alegría y euforia andaluza es contagiosa...Si quiere comprobarlo, ya sabe dónde estamos.