En un enclave semidesértico y ocupando más de 2.000 hectáreas, se encuentra el Paraje Natural Karst en Yesos de Sorbas, uno de los principales atractivos turísticos de este municipio almeriense. No en vano, es el mejor paradigma de karstificación en yeso de España y uno de los más importantes del mundo. Esta joya geológica, producto de la acción del agua de lluvia a lo largo de miles de años, encierra numerosas cuevas como la del Agua, que es la más grande; la de Covadura, la más profunda; o las del Tesoro y la de Yesos, consideradas las más bellas. Para recorrerlas y contemplar sus estalactitas, estalagmitas y cristales de yesos de diferentes colores y formas, lo mejor es unirse a las visitas guiadas que se organizan desde el Centro de Visitantes Los Yesares, situado en la calle Terraplén de Sorbas.
El caso urbano de este municipio también resulta interesante y sorprendente, ya que muchas de sus casas se encuentran como suspendidas al borde de un barranco llamado Afa. Por eso muchos le han dado el sobrenombre de “Cuenca la chica”. Entre su entramado de calles estrechas y empinadas de origen árabe, existen varios miradores, el del Porche, el del Castillo, el del Calvario o el de La Torreta, desde los que se pueden contemplar las casas colgantes y su bello entorno natural.
En la plaza principal del Sorbas se hallan sus monumentos más destacados: la Iglesia de Santa María, construida en el siglo XVI sobre una antigua mezquita y con elementos tanto de estilo mudéjar como barroco y neoclásico; el Ayuntamiento, la Casa del Duque de Alba, la del Duque de Valois, la del Marqués del Carpio y el Teatro Villaespesa.
En los alrededores del núcleo de población, los enclaves más interesantes son los llamados La Mela y Cariatiz, donde se encuentran cuevas con pinturas rupestres; y la ruta señalizada de Los Molinos del Río Agua, ideal para los aficionados al senderismo.
Los devotos de la artesanía tradicional disfrutarán en Sorbas recorriendo el barrio de la Alfarería, también llamado de Las Cantarerías. En sus calles se pueden contemplar los talleres donde se siguen elaborando como antaño numerosas piezas y objetos de cerámica, entre ellos, el típico botijo en forma de gallo. También existen artesanos que trabajan el esparto y la hojalata.
El viajero que quiera saborear los manjares de siempre de la gastronomía de Sorbas deberá probar, además de sus buenos embutidos, el cocido de trigo, los gurullos con conejos, el caldo pimentón, las migas con tropezones, el ajo colorao, las gachas y dulces como los buñuelos, el piñonate o el turrón, entre otros.
Y para vivir las fiestas tradicionales de este pueblo, hay que acudir a él en Semana Santa, para Las Cruces de Mayo, para la Romería de San Isidro, también en mayo; y para las Fiestas de San Roque, a mediados de agosto, que son las más importantes y propias de Sorbas. Además de otras actividades de carácter lúdico, en esas fechas sus calles se adornan con roscas de aceite y durante la procesión del santo, se arrojan roscos desde los balcones.
El municipio de Sorbas se encuentra a unos 194 kilómetros de la ciudad de Almería, desde la que se puede llegar por la carretera N-340, en dirección Murcia.