Monumentos de Cadiz |
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Monumentos
por Marta Palomo Hermoso
Los amantes de la cultura en estado puro encontrarán en Cádiz numerosos monumentos con los que deleitarse.
Sólo su casco histórico merece una visita en profundidad para conocer los rincones de barrios con miles de años, como es el caso del Pópulo.
El recorrido monumental puede comenzar en la misma Catedral de Cádiz, un majestuoso templo que data del siglo XVIII y que tardó más de cien años en construirse. Se trata de un edificio de gran valor al estar formado por estilos diferentes, desde barroco, pasando por rococó y neoclásico.
Cerca de la Catedral se encuentra la Catedral Vieja, en el barrio del Pópulo, que hasta el año 1838 se utilizó como tal. Se alza sobre una antigua mezquita y aunque ha habido que restaurarla varias veces, aún conserva de su construcción original la bóveda de crucero de la capilla bautismal, de estilo gótico y el arco de entrada.
Otra visita destacada es al Castillo de San Sebastián, situado justo en un extremo de la famosa playa Caleta. Se levanta sobre una pequeña isla y antaño sirvió para proteger el frente norte de Cádiz; aunque según cuenta la leyenda, en este mismo lugar se levantaba el templo de Kronos, su origen es anterior al siglo XV.
El Castillo de Santa Catalina, frente a éste, se construyó en el siglo XVI para reforzar la vigilancia de Cádiz y más tarde, Carlos III lo convirtió en una cárcel militar.
Justo en el borde la Bahía está la Alameda Apodaca, un enclave que aprovecha la forma del mar para asentarse sobre un terreno rocoso rodeado de una muralla; para desembocar en el Baluarte de la Candelaria.
Destaca también el Oratorio de San Felipe Neri, del siglo XVII y en pleno corazón de la capital, alberga en su interior una valiosa obra de arte de Murillo: La Inmaculada Concepción.
En relación a su arquitectura civil llamará la atención del visitante las Puertas de Tierra, que antiguamente eran la entrada a la ciudad.
Pero si hay algo que no debemos perdernos en nuestra visita a Cádiz es el Gran Teatro Falla, de estilo neomudéjar y construido sobre otro anterior de madera. Se trata de un edificio de gran belleza y todo un símbolo para los gaditanos pues acoge el concurso del famoso Carnaval de la ciudad.
