Eminentemente religiosa, la arquitectura románica crea un tipo de templo abovedado, bastante uniforme y de interiores oscuros que invitan al recogimiento. La planta preferida es la de cruz latina, con una o varias naves longitudinales que finalizan en una cabecera con ábside. El arco más utilizado es el de medio punto y las bóvedas son las de cañón. La nave central es la más elevada y en ella se instalan las ventanas que dan luz al templo.
En Andalucía, uno de los edificios de estilo tardorrománico mejor conservados es la iglesia de Santa Cruz de Baeza, en la provincia de Jaén.