Neoclásica

Neoclásica

El estilo neoclásico se desarrolla entre mediados del siglo XVIII y la primera década del XIX. Surge, por un lado, como reacción a los excesos decorativos del barroco y rococó; por otro, por el redescubrimiento de la antigüedad clásica tras los hallazgos arqueológicos y ciertos escritos de filósofos alemanes.

En cuanto a arquitectura se refiere, el origen del neoclasicismo arquitectónico se encuentra en Grecia más que en Roma. Busca la simplicidad del jónico y el dórico y la monumentalidad de lo clásico. Pero quiere ser un arte moderno, comprometido con su tiempo, y los arquitectos saben que un nuevo orden social exige un nuevo orden de la ciudad. La mayor parte de los proyectos arquitectónicos de este período forman parte de una serie de reformas urbanísticas. Se construyen iglesias a modo de templos clásicos, pero también escuelas, hospitales, cuarteles, mercados, jardines, plazas, puentes…

El principio de la correspondencia de la forma con la función estática lleva al cálculo escrupuloso de los pesos y tensiones, al estudio de la resistencia intrínseca a la materia, al experimento de nuevos materiales y a la revalorización de la investigación técnico-científica de los ingenieros.

En España, la arquitectura neoclásica representó más bien el gusto extranjerizante que llevó a la remodelación de algunas construcciones barrocas. Pero frente a este nuevo estilo, el churrigueresco -denominación dada al barroco tardío- mantiene una cierta representación.

Algunos ejemplos de arquitectura neoclásica en Andalucía los podemos encontrar en el Palacio de Buenavista, hoy Museo de Picasso, en Málaga; el Palacio de Carlos V, en Granada; el Palacio del Intendente Olavide, en La CarolinaJaén; y en la Casa Palacio Convento de las Madres Trinitarias, en Alcalá de la Real, también en la provincia de Jaén.