Cualquier evento festivo puede ser bueno para lucir uno de los sombreros o tocados de la diseñadora malagueña Laura Olea. Pero para ella y sus cada vez más numerosas clientas, una de las mejores ocasiones son las bodas que se celebran a medio día. Es el momento más adecuado para lucir un sombrero o pamela grande. "Se llevan muchísimo los tocados también grandes, y además ahora estamos empezando a vender tocaditos para las niñas de comunión y sombreros y tocados para las madres en los bautizos", comenta Laura, que en estos momentos se prepara para dar a luz a su primer hijo, mientras que su taller se encuentra inmerso en la creación de una colección exclusiva para la diseñadora cordobesa Juana Martín. Diseños que veremos empaquetados en su cada vez más codiciada caja roja rotulada con su nombre. La caja que se ha convertido en su seña de identidad.
En esto de vestir de moda nuestras cabezas, Laura Olea, que ha paseado sus creaciones por la Cibeles-Madrid Fashion Week 2010 (MFW'10), tiene muy claro que hay que pensar en la ocasión. Para una boda a medio día ella apuesta por una pamela generosa, pero si se celebra por la noche, para una madrina será mejor lucir un tocado mediano con flor o velo; y para una invitada, algún tocado sencillo pero favorecedor como puedan ser unas plumas. "Pero de noche nunca se debe llevar pamela, el protocolo no lo permite, y los tocados no deben hacer sombra".
Diseños de Laura Olea en la Cibeles-Madrid Fashion Week 2010 (MFW'10)
El vestido al que acompañará el tocado y el tipo de mujer que lo lucirá son otros de los factores importantes a considerar. "No todo el mundo defiende bien una pamela, y a veces es más acertado elegir un tocadito del tamaño justo". Laura nos cuenta que cuando las clientas llegan a su taller ya suelen saber lo que quieren, porque se conocen y saben lo que les puede o no sentar bien. "Pero es evidente que si no tienes cierta altura, es mejor elegir sombreros tipo chistera que una pamela de grandes alas. Y si se quiere una pamela, mejor de ala pequeña y un poco recogida para que la cara quede despejada".
La diseñadora reconoce que para lucir un tocado o sombrero, hay que ser un poco atrevida, "porque es como ir un poco disfrazadas". Recuerda que cuando montó su taller, hace ya cuatro años, era rara la clienta que se arriesgaba con algo más que una flor. Pero a medida que este complemento de moda reaparece cada vez con más fuerza en las fotos de las revistas de papel cuché y en los escaparates de moda, son más las mujeres que quieren vestirse con todo tipo de sombreros y tocados. "Y ya no sólo para bodas, comuniones y bautizos, también para cenas de Navidad". Las mujeres andaluzas, nos cuenta Laura, son muy atrevidas en este sentido. Cosa que no ocurre en otras ciudades como por ejemplo Barcelona. "A la mujer andaluza una pamela grande le vuelve loca; cuanto más floreada y más plumas lleve, mejor".
Dos creaciones de la diseñadora malagueña Laura Olea
La estación del año también influye en los complementos de moda que llevamos sobre nuestras cabezas. En los meses de invierno, los materiales con los que se construyen sombreros y tocados suelen ser el terciopelo y el fieltro, tejidos tupidos. "Y se tiende más a sombreros tipo chisteras, modelos más recogidos, con menos ala". Pero cuando llega el verano, triunfan los tejidos más ligeros y transparentes como el nylon, el sinamay, y las alas anchas. "Y por supuesto, los colores también cambian en función de la estación del año en la que nos encontremos. Este verano se lleva mucho el rosa palo, el amarillo, el lima clarito, el malva".