Istán
Istán es uno de los pueblos de origen musulmán que debe su supervivencia a la distancia que la separa del litoral costero. Después de la Reconquista de la Península Ibérica durante el siglo XV, a los árabes se les prohibió vivir cerca de la costa para evitar que pudieran comunicarse con sus congéneres del norte de Africa. Istán, a 15 kilómetros en el interior, se salvó de la despoblación y de la destrucción que sufrieron otros asentamientos árabes costeros.
Ello no significó que los pueblos de la montaña fueran dejados en paz. Los años posteriores a la Reconquista se caracterizaron por una serie de sublevaciones que fueron reprimidas violentamente. En este sentido Istán fue agraciada. Otros dos pueblos de la zona, Arboto y Daidin fueron destruidos con tal diligencia que sus ubicaciones exactas se desconocen en la actualidad. La población mora fue desapareciendo y fue sustituida por cristianos venidos de otras regiones españolas, principalmente de Castilla y Murcia. Tanta gente vino del pueblo de Murcia de El Cristo de Panocho, que los habitantes de Istán recibieron el mote de "panochos", que pervive en nuestros días.
El pueblo está dentro del área de la Sierra Blanca en la cabecera del valle del Río Verde, cercano a la reserva de caza de la Serranía de Ronda. Para llegar allí hay que girar en la carretera N-340 a 5 kilómetros al sur de Marbella justo detrás del Hotel Puente Romano.
Como sucede en muchos pueblos de montaña, las calles de Istán son estrechas y empinadas, diseñadas cuando el único medio de transporte eran las mulas. La mejor manera de explorar el pueblo es a pie.
Mientras que Benahavis está lleno de restaurantes para todos los gustos, Istán no tiene ninguno, aunque hay varios bares que ofrecen tapas muy sabrosas. Hay un hotel que fue inaugurado en 1998. Quizás sea el comienzo de una apertura hacia el turismo, pero la verdad es que Istán está más cercana a sus raíces que otros pueblos vecinos.
En el pueblo resuenan día y noche el murmullo del agua que constantemente fluye de sus fuentes de agua potable. La Presa de la Concepción, que fue construida en 1972 proporciona agua a numerosas localidades costeras. Sin embargo el agua que sale de las fuentes de Istán es pura de la montaña sin ningún tipo de tratamiento. Mucha gente acude allí para llenar garrafas de dicho liquido.
No quedan muchos restos de la época mora en Istán, solamente las ruinas de una torre en una calle escondida, pero en el ambiente se respira una tranquilidad absoluta y nos parece que se hubiera parado el tiempo.