Bien por el deterioro o por el simple gusto de cambiar la decoración de nuestro inmueble, renovar la tapicería de muebles y otros enseres es uno de los propósitos incluidos en los proyectos de reformas de una vivienda, oficina o comercio. El objetivo es rejuvenecer y/o modernizar sofás, sillones, sillas, taburetes, cortinas, paredes.
No todas las telas que existen en el mercado son adecuadas para el tapizado de todo tipo de mobiliario. Algunas son aptas para el cortinaje y no para sofás, sillones o sillas. Estos últimos requieren de un tipo de tela más resistente, dado el uso que se le va a dar.
Una de las novedades más interesantes en cuanto a telas de tapicería es el tratamiento al que muchas de ellas son sometidas, para hacerlas más resistentes a la suciedad y al desgaste.
Algunos talleres de tapizado ofrecen a sus clientes, además de los trabajos propios de tapicería para los que emplean diferentes técnicas, un amplio catálogo de telas (variedad de tejidos naturales y artificiales con distintos diseños por colorido y motivos estampados).