El parquet como elemento de revestimiento del suelo de un inmueble está ligado tradicionalmente al confort y la elegancia. El uso de maderas nobles para cubrir los suelos de una vivienda urbana o rústica o de un inmueble destinado a fines empresariales ha sido un signo de distinción que no todos los bolsillos se podían permitir.
Afortunadamente, ahora existen en el mercado un sinfín de diferentes tipos de parquet pensados para todo tipo de presupuestos. Además de los elaborados con maderas más o menos nobles (roble, nogal, haya, pino), también podemos encontrar en el mercado parquet sintéticos que imitan a los diferentes tipos de madera. Esta opción resulta más económica tanto por la materia prima empleada como por el mantenimiento posterior que necesita.
Además de las tarimas flotantes, también existen tarimas macizas y parquet pegados con tablillas en espiga o haciendo todo tipo de dibujos geométricos en los que se combinan diferentes madera.
Otra de las novedades en cuanto a tipos de parquet, es la posibilidad de personalizarlos con el uso de maderas teñidas del color que desea cada cliente.
Además, el parquet ha dejado de ser un material exclusivo para el revestimiento de suelos interiores. Las nuevas tecnologías en el tratamiento de la madera lo convierten en apto para revestimiento de suelos exteriores.