La historia de Granada está llena de sucesos relacionados con los terratenientes y sus posesiones. Se produjeron numerosas guerras con Castilla y muchos reyes granadinos buscaron la ayuda política y militar de Marruecos. Esto ocasionó una progresiva arabización del Reino de Granada, que poco a poco fue desprendiéndose de su influencias castellanas.
Los recursos económicos del gobierno central dependían principalmente de la industria de la seda y las exportaciones. Estas últimas se desarrollaron gracias a la proximidad del puerto de Málaga en rutas del Mediterráneo al Atlántico. Granada tuvo un especial interés en controlar el Estrecho de Gibraltar, por lo que recurrió en diferentes épocas a alianzas con Castilla y Marruecos.
En 1306 Muhammad III (gobernador de 1302 a 1309), entonces dueño de Ceuta y Gibraltar, parecía haber triunfado en su lucha por el Estrecho, pero una alianza pronto le convirtió en vasallo de Castilla. Después de 1340, cuando la batalla de Río Salado terminó por decidir la cuestión de soberanía sobre el Estrecho en favor de Castilla, Granada se aisló y comenzó a fortalecer sus fronteras. Fue en esta época cuando Yusuf I (1333-54) y Muhammad V (1354-59 y 1362-91) acabaron de construir la Alhambra.
Granada fue la última ciudad mora en caer en manos de los Reyes Católicos, en Enero de 1492.