Despiértese con el sonido de las campanas de la iglesia sonando justo en el centro de Arcos de la Frontera. Este Parador fue en otros tiempos un palacio, la Casa del Corregidor, y se encuentra en una plaza junto con el Castillo Ducal y la iglesia de Santa María. Por un lado, las habitaciones miran a los naranjos que llenan esta plaza y, por otro, asoman a las colinas y al río Guadalete.
El Parador cuenta con un excelente restaurante. No se olvide de probar el salmorejo, que atrae la atención de los municipios vecinos.
La cafetería de la Casa del Corregidor es un sitio perfecto para tomar una bebida y un aperitivo, aunque no esté alojado en hotel. Ofrece vistas a la iglesia de San Pedro cuyos feligreses, según una leyenda local, tienen una cierta rivalidad con los que acuden a la iglesia de Santa María.
Si se aloja en este Parador, es mejor que no conduzca por las calles estrechas de este encantador pueblo. En lugar de esto, deje su equipaje en la plaza y pregunte al personal del hotel por un lugar en el que aparcar el coche sin tener que entrar en el centro del municipio.
Arcos de la Frontera es un buen punto de partida para explorar la Ruta de los Pueblos Blancos o cualquiera de las reservas naturales de la provincia de Cádiz. El Parque Natural de la Sierra de Grazalema y el lago de Arcos están cerca de esas maravillas de la naturaleza. El lago de Arcos es un embalse que pertenece a la zona protegida conocida como "La cola del embalse de Arcos".
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Parador de Arcos de la Frontera
Situado en la "Casa del Corregidor", en la ribera del río Guadalete.