No están claros los orígenes del flamenco. Algunos apuntan a los árabes, otros a los sefarditas y hay quien incluso lo relaciona con las aves del mismo nombre. También se dice que la palabra flamenco se empezó a usar como sinónimo de gitano andaluz a partir del siglo XVIII. Pero dejando a un lado las diferentes interpretaciones que se han hecho sobre sus orígenes y sobre las fuentes de las que se nutrió, son muchos los que opinan que este arte, tal y como hoy lo conocemos, tiene dos siglos de historia. Una historia que nació con el cante y que a él siempre ha estado ligada. Porque el cante ha sido y es la esencia del flamenco, al que más tarde se incorporarían la guitarra y el baile.
El arte flamenco se desarrolló a partir de unos cantes básicos que los cantaores interpretaban por afición en las reuniones familiares. De ahí pasarán, a partir de la segunda mitad del siglo XIX, a los teatros y cafés cantantes de ciudades andaluzas como Cádiz, Sevilla y Jerez de la Frontera, y los cantaores empiezan a convertirse en artistas, desarrollan nuevos cantes y añaden a su arte la guitarra y el baile como una parte más de la expresión del flamenco.
En el siglo XX, surgirán los grandes espectáculos flamencos, con Pepe Marchena como uno de los artistas más destacados de esta época llamada de la opera flamenca. De la mano de Manuel de Falla y otros intelectuales, se organiza el Concurso de Cante Jondo, que tiene lugar en Granada en 1922. Allí Manolo Caracol, que obtuvo un primer premio, comenzó su carrera de éxitos. Después vendrá la época de los tablaos y la publicación de los primeros libros y ensayos sobre el flamenco, además de la celebración de otros concursos como el Concurso Nacional de Arte Flamenco de Córdoba.
En la época de Franco, el cante tendrá un desarrollo marcadamente folclórico. Pero con la llegada de los años sesenta, dos artistas crearán las pautas de una nueva forma de interpretar el flamenco, lograrán internacionalizar este arte y abrirán un nuevo camino que seguirán otros artistas. Hablamos de Camarón de la Isla, al cante, y de Paco de Lucía, a la guitarra.
Actualmente, el flamenco se encuentra en un momento de mestizaje con otros ritmos como el jazz, la salsa, la bossa nova y otros sones étnicos. Una fusión del que han sido pioneros artistas consagrados como Pata Negra, Ketama, Navajita Platea o Chano Domínguez, entre otros.
El flamenco llamado puro, el cante jondo, también sigue teniendo cabida en la actualidad, con artistas como La Paquera de Jerez, considerada por muchos la reina de las bulerías; Alonso Núñez Núñez, más conocido como “Rancapino”; o José Menese, entre muchos otros.