Paz Rosado
Cada día son más los que se apuntan al
bricolaje no sólo como una manera agradable de pasar el tiempo, también
con el fin de ahorrarse más de un euro. Los que están en el primer grupo
suelen ser o terminan siendo unos verdaderos artistas del "hágalo usted
mismo", quizás por aquello de que lo que con gusto se empieza, con gusto
se acaba. Y muchos de los del segundo grupo pronto terminan perteneciendo
al primero, a medida que le van cogiendo el tranquillo a las múltiples
habilidades que encierra esta cuestión.
Con la misma velocidad que han ido creciendo los aficionados al bricolaje,
han ido proliferando las tiendas especializadas donde no sólo encontramos
todos los elementos habidos y por haber para redecorar nuestra vivienda
o para reformarla: desde todo tipo de herramientas y tornillos hasta toda
clase de productos encaminados a dar ese toque final a la obra. En algunos
de estos establecimientos también se encuentran fichas técnicas que nos
indican con claridad los pasos a seguir para, por ejemplo, tapizar una
silla o construir nuestra estantería para la habitación de los niños.
Además, muchos de sus empleados son verdaderos expertos en la materia
y siempre están dispuestos a asesorar a los clientes. Otro de los servicios
más valorados por los clientes de estas tiendas especializadas son el
alquiler de determinadas herramientas, el corte a la medida de materiales
como el cristal o la madera y el cálculo del material necesario.
También podemos encontrar las herramientas y materiales necesarios para
nuestras obras de bricolaje en otros establecimientos como ferreterías,
tiendas de electricidad, tiendas de venta de telas,... Y muchas de ellas
también cuentan con empleados que saben dar buenos consejos para realizar
el trabajo en menos tiempo y con mayor calidad.
El mercado es igualmente prolijo en revistas, libros, fascículos, vídeo
y hasta Dvds que tratan todo lo relativo al mundo del bricolaje.
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