El barroco es el arte de la Contrarreforma, de los siglos XVII y XVIII, que contrasta de manera frontal con el ideal de armonía, proporción y medida del estilo anterior, el renacimiento. Es un arte teatral, por lo que recurre al hiperrealismo para despertar la emotividad del espectador. Es un arte dinámico que busca crear la sensación constante de movimiento, por lo que las líneas rectas se parten y quiebran, y las columnas giran sobre su propio eje para convertirse en salomónicas. El artista barroco da igual importancia a lo esencial y a lo accidental, por eso es tan minucioso en la composición de pequeños detalles y tan dado a la ornamentación profusa. Su idea es aunar en una misma obra visiones distintas y hasta antagónicas.
El origen de este nuevo estilo artístico está también en Italia, pero su manifestación en España va a ser muy genuina y diferente al resto de Europa. Es más, no es igual el barroco andaluz que el valenciano o castellano.
Andalucía es uno de los grandes centros del barroco español y, por tanto, no es difícil encontrarnos con edificios de estilo barroco en cualquier ciudad o pueblo andaluz. No obstante, provincias como Sevilla o Córdoba destacan de manera especial.