Cazorla
por Paz Rosado
Muchos de los devotos del turismo rural y activo conocen bien este municipio jiennense porque pretenden disfrutar, o ya lo han hecho, de su maravilloso entorno incluido en el Parque Natural de Cazorla, Segura y Las Villas. Un espacio protegido ideal para contemplar paisajes espectaculares y practicar deportes como el senderismo, la caza o la pesca, entre otros. Pero quizás algunos todavía no sepan que esta localidad también encierra un interesante patrimonio histórico y artístico, digno de ser visitado con la tranquilidad necesaria para empaparse de todos sus encantos. Dada la diversidad y cantidad de atractivos que Cazorla ofrece a sus visitantes, no es extraño que cuente con numerosos alojamientos tanto de carácter rural como urbano, así como diferentes campings y un albergue en pleno espacio natural protegido.
Entre los enclaves más sobresalientes que conforman su patrimonio natural están el Cerrado de Utrero, con un sendero que transcurre por una imponente garganta caliza que encañona al río Guadalquivir; el área recreativa de la Fuente del Oso, la Cascada de La Escareuela y la oquedad rocosa donde se halla la Fuente del Tejo; o la Laguna de Valdeazores y la Casa Forestal de Río Gazas donde podremos ver buitres leonados.
En el conjunto de su patrimonio histórico y artístico destacan dos edificios declarados monumentos históricos. En primer lugar, el Castillo de la Yedra o de las Cuatro Esquinas, posiblemente de origen musulmán pero reformado y ampliado en época cristiana. En su torre del homenaje se encuentra instalado un interesante Museo de Artes y Costumbres Populares. Esta bella construcción permite a Cazorla formar parte de la Ruta de los Castillos por tierras andaluzas. En segundo lugar, el Palacio de las Cadenas, que fue levantado entre finales del siglo XVIII y principios del XIX al estilo historicista de corte clásico y que cuenta con un bonito jardín romántico.
La iglesia de Santa María, parcialmente destruida en la Guerra de la Independencia |
Otras construcciones de interés que se deben visitar en Cazorla son: las ruinas de la Iglesia Mayor de Santa María, parcialmente destruida durante la Guerra de la Independencia; la Iglesia del Carmen, del siglo XVIII, con portada principal de estilo manierista y torre plateresca; el Ayuntamiento, construido sobre un antiguo convento mercedario del que conserva el patio del claustro de estilo renacentista; y el Templo de San José y el Convento de San Juan de la Penitencia, también con bellos elementos de estilo renacentista.
El viajero que desee adquirir productos de la artesanía típica de Cazorla deberá buscar trabajos realizados con fibras vegetales como el esparto, así como artículos de cerámica, cuero y piel.
Para saborear los manjares más tradicionales de la gastronomía de los cazorleños hay que probar platos como sus gachamigas, los talarines o guiscanos, el ajoharina o maimones, el rin ran o sus truchas en salsa de almendra, entre otras delicias.
Aquellos que quieran vivir el carácter festivo de los cazorleños deben acudir a este municipio para sus fiestas grandes en honor al Cristo del Consuelo, que se celebran durante los días que preceden y siguen al 17 de septiembre; para la Festividad del Cristo del Valle, el primer sábado del mes de mayo; y para las Hogueras de San Antón, en enero, en vísperas del día del santo.
El municipio de Cazorla se encuentra a unos 115 kilómetros de la ciudad de Jaén, desde la que se puede llegar tomando la salida 3 de la A-44 en dirección a Bailén, para enlazar con la N-322. En los alrededores del municipio de Torreperogil hay que enlazar con la A-315 y luego continuar por la A-319, que nos conduce directamente a nuestro destino. La estación de tren más cercana es la de Linares-Baeza.