La Judería cordobesa es el barrio medieval en el que se encuentran importantes restos arqueológicos de la presencia hebrea en esta ciudad, presencia que se remonta a tiempos de los romanos. Un bello entramado de calles estrechas y sinuosas, con plazoletas delimitadas por casas blancas construidas en torno a patios repletos de flores, y donde se halla uno de los monumentos de carácter religioso más importantes de Córdoba: la sinagoga.
En este histórico barrio cordobés, en el que se dieron cita numerosos intelectuales en tiempos de Abderramán III, también se hallan lugares de gran atractivo como la Plaza de Juda Levi, la Plaza del Carendal Salazar en la que está la Facultad de Filosofía y Letras con su bella Capilla de San Bartolomé; y la Plaza de Maimónides donde se encuentra la estatua de este sabio, así como uno de los interesantes museos de la ciudad de Córdoba, el Museo Taurino.
Historiadores locales delimitan el barrio judío con la Puerta de Almodóvar al norte, y con la Huerta del Alcázar y el Palacio de Exposiciones al sur. En la Época musulmana, se situaba en la parte norte de la zona de extramuros de la ciudad de Córdoba, lo que hoy corresponde al Campo de la Merced y a parte del Barrio de Santa Marina. En la época cristiana, la judería se encontraba en el espacio entre la calle Amador de los Ríos y la del Alcázar Viejo, para continuar por el Camposanto de los Mártires, Tomás Conde, Plaza de Maimónides, calle de los Judíos, Almanzor, Romero, Plaza de la Judería y Manriques.
En este barrio se encuentran numerosas bodegas, restaurantes y tabernas, establecimientos en los que podemos degustar lo mejor de la gastronomía típica cordobesa. También se sitúan aquí diferentes e interesantes tiendas y talleres de artesanía.