Por Andrés López Sheridan
Polo Valley Sotogrande ofrece la oportunidad de aprender a jugar al Polo desde cero, sin la necesidad de poseer ningún tipo de material o experiencia previa.
Es bien sabido que Sotogrande presenta un marco incomparable para la práctica de cualquier actividad deportiva, pero en verano esta localidad del sur Andalucía se convierte en uno de los destinos más populares para aquellos apasionados al polo.
Fue un bodeguero jerezano el que introdujo el Polo en España tras un viaje a Inglaterra en 1870. Aunque el juego se extendió rápidamente por España no logró consolidarse y no fue hasta la construcción del Santa María Polo Club a mitad de los años sesenta cuando el polo y Sotogrande unieron sus caminos. Lo cierto es que la FAPOLO (Federación Andaluza de Polo) es la Federación Española de Polo que cuenta con un mayor número de clubes miembros, con once, superando ampliamente a la madrileña con cinco, la catalana con tres o la balear con dos. Gran indicador de la importancia que este deporte tiene en Andalucía.
Es innegable que el polo, también conocido como Juego de Reyes, siempre ha sido un deporte bastante exclusivo, por eso han comenzado a aparecer clubes que intentar abordar este juego desde una perspectiva un tanto diferente, en la que no es necesario saber que es un ‘chukker’ o saber ejecutar un ‘backhander’. Uno de estos clubes es Polo Valley, en el que quieren facilitar el acceso a este deporte a más personas a través de cursos para novatos, sin necesidad de experiencia previa o simplemente a jugadores que pretenden mejorar sus habilidades.
Polo Valley ofrece la posibilidad de sumergirte de lleno en el mundo del polo con un profesional que ha jugado en todas las categoría posibles incluida el “high goal”, Tom Meyrick, un tipo joven, simpático y apasionado con lo que hace. que asegura que le encanta el polo porque combina equitación, naturaleza y un chute de adrenalina que lo hace muy divertido.
En las instalaciones de Polo Valley entrenan entre 10 y 20 caballos cada año, de los cuales los más aptos pasan a ser utilizados para que los huéspedes puedan ejercitarse y así lograr dominar el llamado juego de reyes, juego que por cierto según comenta Tom, se inició en Mongolia, y utilizaban cabezas humanas como pelota.
Este nuevo club de la costa andaluza presenta un programa de entrenamiento en el que durante la mañana se profundiza en las reglas y tácticas del juego, para después tomar contacto con el caballo y finalmente practicar el golpeo. Las tardes de Polo Valley son para demostrar lo aprendido por la mañana en un partido real entre los alumnos, con instrucciones y recomendaciones del profesorado.
Además del juego en sí, dicen que el polo esta rodeado de una agitada vida social para la cual Polo Valley está preparando un restaurante y club house en las instalaciones para así poder participar del circo sin tener que montarte en un caballo.
La cercanía a las playas de Torreguadiaro y a la carretera nacional hacen de Polo Valley un lugar fácil de encontrar. Una vez cerca de Sotogrande hay que tomar la carretera A-2102 dirección Secadero, y seguir el curso del rio Guadiaro hasta encontrar la finca de Polo Valley. Así que ¿por qué no acercarse a probar?