Atarfe
por Marta Palomo Hermoso
El término municipal de Atarfe se ha convertido en un testigo mudo de la Historia, desde el Neolítico hasta la actualidad. Su riqueza patrimonial es tan grande que se considera este pueblo como el origen de la actual Granada.
Existen restos arqueológicos de murallas defensivas del siglo VI antes de Cristo, del asentamiento Tartesso en la localidad.
De la época romana se conservan parajes como el Cortijo de las Monjas o el Pago del Marugán. Aunque lo más destacado son los restos de Medina Elvira, la que fue una ciudad romana entre los siglos VIII y XI que después daría lugar a Granada.
En el casco urbano de Atarfe se pueden visitar varios monumentos importantes, como la Ermita de los Tres Juanes donde se ubica un Museo de Ciencias Naturales.
De paso obligado es también la Ermita de Santa Ana, ubicada en una suave colina cercana a la localidad, donde antaño se ubicó un cementerio.
Cierra el recorrido cultural la Iglesia de Nuestra Señora de la Encarnación, se trata de un templo levantado sobre los restos de una mezquita árabe.
Atarfe supone además un enclave natural único, rodeado de montañas mezcladas con zonas agrícolas. Esta zona es Sierra Elvira donde los amantes del senderismo pueden realizar una ruta rodeando toda la montaña. Existe el llamado Parque de Sierra Elvira, que cuenta con un lago artificial para gozar de auténticas aguas termales, con una temperatura de unos 28 grados.
Como en otros pueblos de la Alpujarra, en Atarfe se puede comprar artesaníatextil, las típicas alfombras, tapices y jarapas alpujarreñas; así como objetos de cerámica y barro.
La tradición agrícola está presente en sus platos más típicos, así, destacan de su gastronomía las “papas en columpio”, la “ensaladilla de la Sierra” o las tortillas de habas. De postre son muy famosos los tirabuzones rellenos de natillas.
Celebra sus fiestas patronales en julio, en honor a la Virgen del Carmen.
Apenas 11 kilómetros separan la capital de Granada de Atarfe, localidad a la que llegaremos directamente por la N-432.
